APROXIMACIÓN A LA VIDA DEL
GENERAL JOSÉ DEL CARMEN MARÍN, EL PROYECTO NACIONAL Y LA POLÍTICA PERUANA
Lic. Carlos Villanueva Benavides
Mag. Defensa Nacional – EDENA
cvillanuevabenavides@gmail.com
Introducción
En la formación del Estado-nación confluyen varios
elementos históricos, económicos, culturales e inclusive organizacionales. En nuestra
historia republicana uno de los elementos que tuvo mayor impacto fue el proceso
de profesionalización del Ejército nacional.
Este tomará roles
protagónicos en la conducción del país, no solo a través del manejo directo del
gobierno (golpes de Estado en la mayoría de los casos), sino que también influyó
en el cuerpo social mediante la formación y difusión de un aparato conceptual,
una doctrina militar que sustentó un proyecto político desarrollista en las
décadas del 60 y 70 del siglo XX, proceso que se gestó desde 1950 y fue afectado
por las lecciones que dejó la Segunda Guerra Mundial y el posterior proceso de
lucha política e ideológica que representó la Guerra Fría.
Le correspondió al general José del Carmen Marín haber sido
el gran difusor de esas nuevas ideas, que partiendo de los estudios de la
Defensa Nacional previó que era necesario divulgar y batallar por
instaurar un Proyecto Nacional para que
nuestra nación pueda alcanzar el desarrollo.
Este artículo indaga básicamente acerca de la vida del
primer director del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM) ahora llamado
Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN),
y su relación con el quehacer político en el gobierno del general Juan
Velasco Alvarado.
Entre el mito y la admiración por Marín
Los
hombres responden a su época, se destacan en ella aquellos personajes que han
sabido interpretar su tiempo, quienes se esforzaron por modificarlo y en ese
empeño han logrado dejar sus huellas para la posteridad, ese es el caso del
general José del Carmen Marín.
Así
lo reconoce el general ® Luis Trigoso Reyna, discípulo y amigo personal
de Marín, que en un artículo dice: “todos los hombres son mortales solo
algunos, son inmortales. Son inmortales porque en esta dimensión vacía, que es
el tiempo, han sabido llenarla con un pedazo de historia.”[1]
Por su parte el general Francisco
Morales Bermúdez considera a Marín un ideólogo por haber tenido la visión de
integrar al Perú bajo una doctrina “Yo lo considero al general Marín como un
filósofo, a veces la formación castrense es rígida, la formación militar cubre
aspectos tácticos, estratégicos etc. Pero el general Marín fue un gran
pensador, inclusive la formación del Centro de Altos Estudios Militares, CAEM
tiene pues una historia, se pensó en un primer momento solamente para el
Ejército, el general Marín dijo “¡No! aquí se trata de toda la Fuerza Armada”,
entonces entra la FFAA, pero nuevamente dice “¡No aquí lo que se trata es de
buscar una conjunción de todos los pensamientos de civiles y militares”, la
concepción del general Marín en términos muy simples fue no hay desarrollo sin
defensa, ni tampoco hay defensa sin desarrollo, es decir una conjunción de la
concepción de desarrollo de un país con la concepción de defensa de un país, se
integran, esa es la base filosófica del general Marín.”[2]
El gran mérito de Marín fue realmente interpretar las
necesidades e intereses de un sector de la comunidad peruana en función del desarrollo
nacional.
Aspectos biográficos
El niño José del Carmen vio la luz el 2 de marzo de 1899,
en el departamento de Amazonas, provino
de un hogar humilde, sus padres don Marcelino Marín y doña Abela Arista, se
dedicaban a trabajar primero en el campo y luego en la explotación del caucho
en la selva, se vieron obligados a dejar a su hijo a los cuidados de su tío
materno el sacerdote Arista, al lado de quien creció y se educó.
Luis Trigoso un nonagenario oficial del Ejército, conoció a
Marín y relata así esos primeros años “El
general Marín fue natural de Amazonas, de la provincia de Rodríguez de Mendoza,
yo lo conocí a través de su familia porque él fue paisano mío, yo también soy
amazonense, lo conocí cuando estaba estudiando en la Universidad Nacional de
Ingeniería como era una persona
pobre pero inteligente, ingresó a la
Escuela de Clases, como soldado allí
destacó porque era inteligente, además porque tenía mucha habilidad para las
matemáticas”[3]; en
efecto una vez en la capital, Marín ingresó a la Escuela de Clases en mayo de
1917, luego de llegar al grado de cabo fue destacado a trabajar a Ancón, lugar
donde conoció al Mariscal Andrés A. Cáceres. Luis Trigoso evoca ese episodio de la vida de su amigo “…pronto
ascendió a cabo, y lo seleccionaron como
ayudante del Mariscal Cáceres[4]
que estaba convaleciente… en las tardes
el mariscal Cáceres y el cabo Marín dialogaban, se comprende que el mariscal un
hombre con mucha experiencia le
aconsejara al cabo Marín que ingresara a la Escuela Militar de Chorrillos, él
así lo hizo, y el cabo Marín ingreso a la Escuela Militar…”, era marzo de
1918.
En el Ejército se
han creado ciertos mitos en torno a este personaje, es usual encontrar en las
reuniones sociales de los militares que cuenten ciertas historias acerca de Marín,
una de ellas es respecto al ingreso a la escuela Militar. Se dice por ejemplo
que Marín se presentó de manera extemporánea para rendir los exámenes de
admisión, en la puerta del cuartel cuentan
que lo vieron mal vestido y que -como era de estatura baja- lo
rechazaron, pero ante la protesta y persistencia del joven José del Carmen, un oficial le dio
el permiso para que rinda un examen, éste hizo llamar a un profesor diciéndole
que le tome una prueba de matemáticas con un alto grado de dificultad con el
objetivo que no pueda resolver las preguntas y se retire sin protestar; se dice
que Marín solucionó cada ejercicio de dos maneras distintas, grande fue la
sorpresa del oficial cuando el profesor se le acerco y le dijo “si alguien
tiene que ingresar es él”.
Corroborar que esta
historia tenga visos de veracidad es difícil, puesto que en el legajo personal
de Marín en el Archivo Central del Ejército no existe ningún documento que
registre su incorporación fuera de la fecha establecida, por otro lado en el
relato se da a entender que Marín se presentó a la Escuela de Oficiales recién
llegado de su provincia, pero como cuenta Trigoso, José del Carmen Marín ya era
cabo cuando postuló para oficial.
Lo que sí es cierto fue que Marín ingresó ocupando el primer
puesto de su promoción, lugar que
mantuvo los cuatro años de estudios hasta egresar como espada de honor en febrero de 1922[5].
Al año siguiente ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde
estudió y se graduó como bachiller en Matemáticas[6],
en su paso por la universidad también se destacó por ser un alumno aplicado. En
el primer año de estudios obtuvo notas sobresalientes 19 en los cursos de Física
y Geometría Descriptiva, Geometría Analítica y Trigonometría Esférica 18 de
promedio, su nota más baja fue 12 en Dibujo Lineal.
En el Archivo
histórico “Domingo Angulo” de esa casa universitaria, también se registran las
notas del que llegaría con el tiempo a ser presidente de facto del Perú
el general Manuel Odría, quien tiene notas más bajas que nuestro personaje
(estudiaban la misma carrera), este que parece ser un dato menor con el tiempo
tomó importancia, pues se dice, existió un sorda riña entre ambos. Esto
explicaría por qué Marín no llegó a ocupar los
puestos de Comando de la institución y por el contrario ocupo nueve años la dirección
del CAEM.
Fernando Rospigliosi es quien sustenta esta tesis, fue
precisamente en 1951 en pleno gobierno de Odría, donde empiezó a funcionar el
Centro de Altos Estudios del Ejército (CAE), que tres años más tarde cambió su
nombre por el de Centro de Altos
Estudios Militares (CAEM). Para Rospigliosi esta institución se formó debido a
dos factores, el primero fue por la presión que ejercieron algunos sectores que
deseaban hacer del Ejército una institución profesional donde se respetara el
escalafón y en segundo lugar para “aislar a los militares que el
gobierno consideraba peligrosos,
destinándolos a un lugar que se consideraba un ‘huesero’, término usado en la
jerga militar para designar la dependencia donde se envía a aquellos que se desea ‘ahuesar’, o a los oficiales
‘huesos’ poco capaces”[7].
De tal manera que Marín se encontraba
relativamente relegado dentro de la dirección institucional del Ejército, pues
lideraba un sector distinto al del presidente Odría. Así Rospigliosi concluye: “En
ese sentido era su competidor. Sin embargo Marín convirtió al CAEM en un
poderoso instrumento difusor de las ideas que profesaba.”[8]
Retomando el relato cronológico del desempeño profesional
de Marín, el 14 de abril de 1925, fue
enviado a Francia para seguir estudios
en la Escuela de Ingenieros Militares de Versalles, “…en la que se graduó
ocupando el segundo puesto entre todos los oficiales alumnos de su promoción,
270 oficiales franceses y 40 oficiales extranjeros.”[9].
Al respecto Luis Trigoso cuenta que en realidad a Marín le
correspondía el primer puesto, pero las disposiciones en el Ejército francés
impedían que un oficial extranjero ocupe el primer lugar en los cuadros de
méritos, por lo que al joven oficial peruano solo le cupo obtener el segundo
lugar, ganándose el reconocimiento de sus colegas, pues al momento de la
graduación, continúa Trigoso: “el oficial francés - en gesto hermoso-
entrega la espada a Marín con estas palabras: este premio le corresponde porque
usted es el mejor”.[10]
En esta misma misión de estudios Marín registra un ingreso
a Marruecos el 15 de septiembre y tiene como fecha de regreso a Francia el 10
de agosto de 1926. En el legajo no se especifica si realizó algún estudio o fue
en condición de turista a África, pues todo aparece bajo el rublo “Misión de
Estudio en Francia.” [11]
La influencia de la Escuela Francesa
Así comenzó a cimentarse la formación no solo académica,
sino la visión política e ideológica que
le fue imprimiendo la escuela francesa a Marín. Los franceses después de las
Campañas de Napoleón, la guerra Franco-Prusiana (1870-1871) y vencedores luego
de la Primera Guerra Mundial, teorizaron los
eventos militares, creció su nacionalismo y el poseer posesiones
coloniales en ultramar, le dieron una
autoridad reconocida en el mundo, posiblemente esas cualidades
influenciaron en el gobierno peruano que contrató la primera misión militar en
1896, en suma la escogieron no solo por
las similitudes culturales entre nuestros países, como usualmente se argumenta,
sino porque era la escuela francesa junto con la alemana, las que gozaban de
mayor prestigio en ese momento en el mundo.
A su regreso Marín fue ascendido a grado de capitán, y
graduado como oficial de ingeniería, organizó las primeras tropas del arma de
Transmisiones del Ejército, por esos años se editó un libro titulado Instrucciones
sobre el Enlace de las Transmisiones en Campaña, que es básicamente la
traducción que realizó de un manual del Ejército francés. Luego en marzo de
1930, fue enviado a trabajar a la Escuela Militar de Chorrillos como instructor
de ingeniería y fue posteriormente nombrado Director de Estudios en 1932.
Ese mismo año cursaba estudios en la Escuela Superior de
Guerra, se desempeñó también como profesor, al graduarse como primer puesto fue
enviado a una misión de estudios al extranjero.[12]
Pero al revisar el legajo de nuestro
personaje ese año no hizo registra ningún viaje fuera del país, pues entre los
años 1930 y 1933 trabajó en la Escuela Militar de Chorrillos, salvo una mención
que llama mucho la atención, pues en julio de 1933 dejó la Escuela Militar para
pasar “a órdenes del Ministerio de Relaciones Exteriores”[13]
En 1937, ascendió al
grado de teniente coronel y fue enviado nuevamente a Francia para cursar en la
Escuela Superior de Guerra, donde obtuvo el diploma de Estado Mayor. Por estos
años completa su formación académica y por lo tanto una perspectiva política,
pues al realizar los estudios de Estado Mayor, lo que hace es compenetrarse con
una visión que partiendo de las necesidades militares para los esfuerzos de
guerra analiza los aspectos más generales del Estado y la sociedad, en la que
se van elaborando, conformando ideas respecto a una visión del Estado y cuáles
debían ser sus responsabilidades y modos de organización estatal.
El historiador Eduardo Toche indica “Marín fue una
persona formada por los franceses, el concepto que él trae respecto a qué debe
ser una fuerza armada es un concepto totalmente francés y el concepto de
seguridad que él plasma en doctrina es un concepto que no está desligado del
desarrollo, y es éste el que ha sido la línea matriz de la construcción del Estado nacional
peruano en parte del siglo XX…”[14].
Lo que no parece estar tan claro fue de dónde provinieron
las ideas de ligar los conceptos de Defensa Nacional y Desarrollo, pues el
Director del Centro de Estudio Histórico Militar del Perú el general EP.®
Herman Hamman, dice que esta fue una tesis que la elaboró el propio Marín “es lógico pensar que la doctrina
francesa había influenciado en este
aspecto, no solo en lo que es el
general Marín, sino en los oficiales que se formaron bajo la presencia de la misión francesa, aun en
Francia no había una concepción tan clara de lo que él tenía en relación a
juntar estos dos extraordinarios esfuerzos que debe realizar una nación que es
la seguridad integral pero que garantice el bienestar general de la
población y esa es la concepción, él
encuentra la necesidad en forma personal, no es que el haya copiado de Francia
esta sapiencia …”[15].
De similar opinión fue Morales Bermúdez quien señaló: “Marin tomó mucho de la concepción
francesa, la formación del militar francés era muy integral muy global, a
diferencia de otros militares europeos y más aun norteamericanos, de manera que
el estudio en escuelas especializadas en Francia donde bebió mucho de la
concepción francesa, que durante un tiempo bastante largo influyó mucho en la
formación del militar peruano. De manera que él tomó algo, pero mucho de lo que
trajo lo trato de adaptar a la conformación de la sociedad peruana, él era un
hombre que pensaba mucho, era un filosofo,…yo diría que son las dos cosas,
trajo mucho de Europa, pero no se quedó con eso, sino que estudió la realidad
peruana y dijo aquí tenemos que actuar de esta forma.”
Una vez en Lima en 1939, Marín fue destacado como Jefe de
la Sección de Operaciones del Estado Mayor General del Ejército, desde allí le
cupo jugar un papel importante en el conflicto con el Ecuador de 1941. Al
parecer todo empezó por las opiniones que mencionó acerca de los planes para
enfrentar la guerra, él cuestionó esos acuerdos, esas opiniones llegaron a
oídos del presidente Prado, pero dejemos que Trigoso narre esos hechos “…el
conflicto del 41, eso es muy interesante porque ya el Estado Mayor del Ejército
peruano, ya habían hecho sus planes para el norte, para la guerra con el
Ecuador, el Estado Mayor y el agrupamiento del Ejército que se desplazaba a
Tumbes, entonces Marín era comandante, se informó de los planes, dijo que no
estaban muy adecuados y que podían fracasar, esta afirmación de Marín llegó a
oídos del presidente Prado, quien hizo llamar a Marín y lo detuvo en Palacio
(de Gobierno), hizo llamar al Estado Mayor del Ejército, y les dijo:’aquí hay
un comandante que dice que esto está
mal’ , entonces, llamó a Marín que estaba detenido allí, Marín abrió sus cartas, sus mapas, dijo que la operación que
han planeado ustedes va a fracasar por esta razón , esta razón… y el dijo yo propongo esto … y le convenció al Estado
Mayor, que lo que había planeado él era mejor, entonces como habían cambiado
los planes, inmediatamente ese mismo día - con el Estado Mayor - fue a
Tumbes a decir que cambiaran los planes,
de esa manera con el plan que había hecho
Marín se hizo la guerra y el
triunfo fue del Perú… sino hubiéramos
fracasado … de allí sale que las ideas se exponen no se imponen…él le
dijo al presidente, es una idea que expongo no impongo, si usted cree
conveniente cambia los planes, sino el mío lo rechaza…”[16]
Aunque la historia reconoce al general Eloy
Ureta, como el gestor de esa victoria militar peruana, según esta versión fue
Marín quien diseñó los aspectos tácticos operativos que posibilitaron alcanzar
el éxito en la guerra.
En febrero de 1944, fue nombrado Director del Colegio
Militar Leoncio Prado, allí Marín, organiza ese colegio aplicando “métodos
de enseñanza modernos realizando una labor de vastas proyecciones”[17],
pero ¿cómo podemos entender eso de labor de vastas proyecciones? parece que lo
podemos relacionar con las ideas que tenía acerca de la Defensa Nacional. El en
ese entonces coronel Marín, utilizó su
reconocida capacidad de saber llegar a otros, transmitiendo educación,
formándolos, pues este personaje era un
intelectual con uniforme y estaba empezando a forjar a otros en ese camino[18].
Cuando Trigoso se refiere a nuestro personaje, en su paso por el Colegio Militar indica: “funda el
Colegio Militar Leoncio Prado donde inicia su proyecto humano de integrar al
Perú, estableciendo como norma, que en dicho colegio deben de estar
representados como alumnos todos los departamentos.”, otro testimonio que
grafica lo que decimos, es lo que nos dice el general Hamman, quien cursó los
tres últimos años de educación secundaria en el colegio militar “Nos educaba con una paciencia extraordinaria,
con una sapiencia y las conferencias que
tradicionalmente todos los sábados nos hacía contándonos sobre su vida y sobre
la necesidad de formar una promoción de alumnos del Colegio Militar que tuviera
como base fundamental el sentimiento de patria. Un educador extraordinario que
simultáneamente no solo participaba en todas las escuelas de la fuerza armada
sino que inclusive era también catedrático en la Universidad de Ingeniería y
muchas otras universidades en las
cuales se le invitaba a dar conferencias,
su espíritu era extraordinario en relación
con preocuparse en cómo estudiar y desarrollar la Defensa Nacional, él
ante la admiración de muchos no solamente peruanos sino aun miembros de
América, ideaba la necesidad de establecer una relación cultural, integral y de capacitación de miembros de las fuerzas
armadas, y miembros del gobierno y de instituciones cívico patrióticas y culturales para sentarse en una misma mesa
con la finalidad de estudiar los problemas de la Defensa Nacional.”.
Al año siguiente 1945, Marín fue destacado como director de
la Escuela Militar de Chorrillos, durante su periodo se realizaron
modificaciones curriculares, que con el correr de los años cosecharon una
generación de oficiales de alta graduación -coroneles y generales- con un
formación política que no se ha vuelto a repetir en la historia. Para Eduardo
Toche esta fue inspiración de Marín, pero para Hamman este proceso tiene una
lectura no tan personalizada “…más que la presencia del general Marín como
aportador de un cambio de la doctrina ya había el contacto con la Misión
Militar Americana, y empezamos a cambiar una serie de aspectos doctrinarios,
usando la tecnología resultante de la Segunda Guerra Mundial no es
necesariamente el general Marín el que hace esto, él más que nada con esa
capacidad tan humana y tan formativa,
era un excelente educador, entonces él se preocupó de la formación moral, de la
formación técnica, en cuanto a las libertades
que se podían dar, porque él era un amante de las libertades de pensamiento, él
decía: las ideas no se imponen sino se exponen,
y esa era su norma de conducta y eso lo aplicaba cotidianamente …”
Teniendo en cuenta que
para aquellos años nuestro personaje ya
tenía ideas elaboradas acerca de qué sociedad quería construir desde el
Ejército, este no fue un mero actor pasivo o simple funcionario público, sino
que fue construyendo los escalones por donde debían transitar las futuras
generaciones de oficiales, visto así, su labor cobra una nueva dimensión, pues
él se va trazando objetivos y en función a ellos va cogiendo todos los
elementos que el momento histórico y político le va proveyendo. Si bien su
formación fue francesa, como dice Eduardo
Toche “Marín era un francés porque pensaba como francés”, aún siendo
esto así, no rechazo la doctrina militar norteamericana.
Por el contrario el
general Trigoso considera que Marín
nunca se dejó influenciar por la doctrina norteamericana “no lo hizo cambiar a Marín, estaba convencido que la escuela francesa era
superior…”, viendo los planteamientos y compromisos políticos que irá
esbozando la doctrina de la Defensa Nacional, esta afirmación no parece ser
cierta, teniendo en cuenta que Marín era una persona que amaba la libertad de
pensamiento -como todos lo reconocen-, una de las mayores cualidades fue
precisamente esa, saber recoger lo que le servía para elaborar su propuesta
política. Hamman se refiriere a esto de la siguiente manera: “No podemos
hablar qué escuela es mejor una que
otra, porque todas estas escuelas de los grandes países han tenido sus momentos de apogeo
extraordinario…De manera que yo no quisiera establecer que Marín aceptó una u
otra, sino que Marín era un hombre de avanzada, un hombre que tenía una
profundidad extraordinaria, es cierto que
estuvo por Europa, es cierto que se educó en Francia, pero de su mente brotó una forma de dar solución a este
problema a nivel nacional y ha sido
copiado en muchas partes del mundo…”.
Primer director del CAEM
Siendo general de brigada Marín fue designado Ministro de
Guerra, en enero de 1947, para al año siguiente formar parte de la Consejo
Superior del Ejército, organismo en el que presidió la Comisión encargada de
preparar los Proyectos de ley de ascensos y Ley Orgánica del Ejército, del que
nace el Centro de Altos Estudios Militares, del cual será su primer director.
Es en el CAEM donde Marín logró plasmar con mayor pujanza
sus esfuerzos en la formación de una generación de oficiales de alta graduación
que llevó a cabo el adelante denominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas
Armadas, en ese sentido nuestro personaje cumplió un papel de intermediario
entre las ideas de desarrollo y planificación estatal difundidas por los
centros de poder (Washington y París) y el Perú. Su obra escrita se encuentra
dispersa en conferencias, seminarios y cursos dictados en el Ejército y
universidades, algunas de ellas fueron recopiladas en dos textos bajo el título
Conceptos Básicos y Defensa Nacional-Procesos fundamentales.[19]
El Congreso de la República fue quien faltando pocos meses
para su retiro le concedió el máximo grado de la carrera militar. Trigoso se
refiere a esto de la siguiente manera “…mucho tiempo estuvo de general de
brigada no lo ascendían a general de división, antes que se vaya de baja, fue
el Congreso quien lo ascendió al grado de general de división, parece que el
Congreso viendo que era un hombre muy
versado, muy inteligente y que no reclamaba…fueron ellos quienes lo ascendieron a general de división,
fue un reconocimiento a su carrera…”,
efectivamente fue ascendido en diciembre de 1956, y paso al retiro en febrero
de 1957, solo detentó ese grado durante dos meses.
Pero con el pase a la situación militar de retiro no
termina la labor de Marín, pues siguió
ligado al CAEM, como profesor y asesor
de las nuevas generaciones de oficiales y personal civil que cursaban
estudios en esa institución.
En 1980, la Comisión Permanente de Historia del Ejército
buscaba publicar un texto en conmemoración del centenario de las batallas de
San Juan y Miraflores, en la que se le había pedido a Marín escribiera el
epílogo del libro desde una reflexión de la Defensa Nacional. El 3 de diciembre, los representantes de la
Comisión de Historia lo visitaron en su casa, pues se hallaba delicado de
salud; al día siguiente tomaron notas de sus últimas reflexiones:
-“Que la defensa de Lima – como
en las demás acciones de la guerra del 79- faltaron los medios (material,
equipo, armamento), que hubo deficiente preparación militar, pero sobró coraje
y valentía para morir por la patria;
-Que el pueblo a pesar
de los errores de los conductores del país, tuvo un sentimiento solidario
cuando se trató de defender la soberanía nacional;
-Que la única forma de
prever las consecuencias de una derrota es estar permanentemente preparado para
la defensa nacional, y
-Haciendo alusión a
las actitudes puestas en evidencia por los invasores, señaló que solo los
pueblos débiles son sanguinarios , como una forma de compensar su debilidad
espiritual y su decadencia, en cambio los pueblos fuertes valoran mas la vida
de los hombres, las respetan, haciendo uso de la fuerza solo en apoyo del
derecho.”[20]
El sábado 6 de diciembre de 1980 falleció a la edad de 81
años.
Escritos del
general Marín
La doctrina de la Defensa Nacional
posee su propio cuerpo conceptual, estos responden a una forma de concebir el mundo, Marín lo dotó de
un cuerpo teórico y de objetivos políticos a un sector social que participó
activamente en la política peruana, y que fue la que llevó adelante un proyecto
reformista, que se concretó en el gobierno del general Juan Velasco.
El contenido de las ideas de Marin[21]
se encuentra recopiladas en dos libros, el primer libro se titula La Defensa Nacional - Procesos Fundamentales. Conferencias está
divido en dos partes, la primera de ellas es “Procesos de Preparación y
Ejecución de la Defensa Nacional”, y la segunda “Procesos del Planeamiento
Estratégico”.
Para los fines que busca la
investigación resulta provechosa la exposición de la primera parte de la obra,
puesto que allí esboza ideas que llegan a tener una connotación sociológica y por lo tanto nos permite ver de
alguna manera, cómo influyó en las propuestas políticas de lo que sería más
adelante el llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
El autor señala como origen de los conflictos entre los Estados,
el que estos no puedan resolver todas sus necesidades dentro de sus límites
territoriales, problema que podría
resolverse a través de soluciones justas - como el comercio - , pero que estas no se dan por la naturaleza egoísta
de los hombres. Resultando los aspectos sicológicos del hombre los determinantes en el ser histórico.
Luego realiza una interpretación
histórica de la Primera Guerra Mundial,
señala que sus causas se debieron a que todas las potencias tenían como
signo característicos ser naciones fuertemente industrializadas y el haber “…seguido
una política de expansión territorial para dar cabida a su exceso de
habitantes…”; su visión es cuasi naturalista, al analizar la sociedad no
percibe factores estructurales, sociales que desataron ese conflicto. Mientras
que en el análisis de las relaciones interestatales es profundamente
nacionalista, le asignará a la nación valores personales como el honor, la
hidalguía etc.
Respecto a temas de carácter
internacional como la Revolución Rusa, señaló que los planteamientos de Vladimir Lenin (Jefe
del Partido Bolchevique) acerca de la Primera Guerra Mundial eran derrotistas,
tildándolo de traidor a la patria por haber tomado la decisión de retirar a
Rusia de la guerra, cuando los bolcheviques tomaron el poder, como recordamos
el lema de los bolcheviques era “Pan, Paz y Tierra”. De forma tal que el
pensamiento de Marín, se inscribe dentro de la corriente anticomunista, por eso
con justeza Víctor Villanueva señala “…desde su origen el CAEM mostró documentalmente rechazo al
socialismo y afecto al sistema
capitalista…El CAEM no analiza estos sistemas políticos – sociales, como
conviene a la estructura militar, se adhiere a uno y rechaza al otro, sin
análisis ni discusión. Su anticomunismo es de tipo dogmático…”[22].
Marín dice en su texto que en la Primera Guerra Mundial se “… muestra como
el comunismo no repara en los medios, inclusive la traición a la patria y el
crimen…y esta es la absurda práctica que siguen hasta el presente.”
Cuando analiza las vías de la Política de Seguridad del
Estado, señala que ellas obedecen a dos causas, la primera de ellas es que el
Estado procura alcanzar el bienestar, y
este puede entrar en conflicto con los intereses de otros países, por lo que
corresponderá a la Política Exterior “…armonizar estos intereses…”. La
segunda causa esta dada por la situación de lucha entre las superpotencias de
la época, EE.UU y URSS, y siendo el comunismo un peligro para los Estados, la
política del frente interno deberá precaver al Estado de este riesgo. Además
agrega, que para implementar dichas políticas el Estado encuentra oposiciones
de diferente origen, unas pueden llegar del extranjero y otras pueden ser
internas, por lo que el Estado deberá adoptar medidas de orden político,
económico y psicológico, lo que originará una lucha permanente.
De esta manera el planeamiento de
las luchas en los dominios diferentes a los militares provendrán de varios factores que abarcan desde el
proceso histórico hasta la situación internacional:
Ø Primero, de los antecedentes y evolución histórica.
Ø Segundo, del estado actual de las relaciones entre los países,
Ø Tercero, de sus objetivos nacionales y de sus potencialidades y
Ø Cuarto, de la situación internacional.
Finalmente Marín concluye que para enfrentar estas luchas una nación
debe ser fuerte material y espiritualmente ya que “…los débiles están
expuestos a sucumbir…”, y que la manera más adecuada para conducir el
desarrollo del potencial es mediante planes científica y metodológicamente
establecidos. Además hace una revisión de la organización económica y social
del Estado lo que permite poner en
evidencia sus imperfecciones y defectos.
El concepto de “luchas”, está
referido al reconocimiento y a la facultad de ejercer la violencia legítima del
Estado en procura de la consecución de sus objetivos, esta violencia tiene una
forma específica según sea el caso, será violenta en caso de un conflicto
armado externo o interno; tomará formas económicas para los casos en que grupos económicos nacionales disientan de
algunas medidas del gobierno y será
sicológica en caso la población proteste, se movilice en contra de las
políticas que aplique el Estado.
En la vía violenta de la Política de
Seguridad, el autor analiza los diversos factores que pueden desencadenar una
guerra, por lo que considera que este hecho es del todo predecible, pues
existen causas que pueden desencadenarla, de esta forma el Estado deberá
preverla realizando un seguimiento permanente del curso que puedan tomar esas causas,
-mencionadas en el párrafo anterior-. Mas adelante realiza un recuento
histórico de las guerras y las formas que adoptan, como las guerras de agresión
que practicó Alemania en los dos conflictos mundiales, señalando que nunca
sería ese el caso peruano por ser poseedores de “…un gran territorio,
ampliamente dotado de riquezas naturales que solo esperan la mano del hombre
para proporcionarnos bienestar y progreso…”.
En último lugar analiza el Potencial
de la Defensa Nacional, señala que esta se encuentra ligada al desarrollo
económico del país, “del grado de desarrollo económico de este dependen el
bienestar individual y colectivo, así como el progreso y eficiencia económica de la nación”, esta idea se
encuentra en función de conquistar o mantener
independencia económica sino también material respecto al uso de los
medios bélicos en caso de conflicto, por lo que luego de examinar el plano
productivo nacional arrojará como lógica conclusión la necesidad de emprender
un camino de industrialización y planificación económica.
Es muy posible que este cuerpo
teórico Marín lo tuviera presente desde antes de la creación del CAEM, ya que
en la Comisión de Proyecto de Ley Orgánica del Ejército se puede observar eso
claramente, lo que sí se percibe fue una evolución en los criterios de selección que los militares peruanos hicieron,
pues limitaron de su currícula de estudios los componentes netamente militares
para acentuar el peso en los cursos de contenido político-social que representó
la Defensa Nacional[23].
Acerca de la relación que toman los
conceptos de Desarrollo y Defensa Nacional, esta parece haber sido una
idea a la cual llegó Marín; Trigoso nos
ofrece el siguiente testimonio “…en esa época un periodista le pregunto a
Marín ¿qué es la defensa nacional? …para
contestar mejor voy a ser una figura-
dijo-…si acá en un pueblo joven pobre[24],
hay un hombre pobre, con sus hijos enfermos, su techo de esteras, el piso de
tierra y él sin trabajo, ¿comprenderá
qué es la defensa nacional?, no
comprenderá, porque no tiene qué defender, luego lo primero que hay que dar a la persona es su
bienestar sino se le da su bienestar no tiene qué defender, no tiene
entusiasmo porque no tiene nada…esa es la relación entre
desarrollo y defensa , por eso que el bienestar debe estar unido al
desarrollo...el CAEN tiene 56 años…digamos
que esas ideas se gestan desde hace 60 años…provienen del contacto con
nuestra realidad porque él decía “estos pueblos jóvenes”, Marín decía “usted
cree que un hombre pobre sin trabajo, sin plata va a defender...él no tiene
nada que defender, él espera seguramente un cataclismo, un terremoto, pensando
ganarse algo …”[25],
pero para Víctor Villanueva, la idea de ligar Desarrollo con Defensa más bien
están relacionadas a querer desarrollar
el Potencial Nacional lo que le permitirán un mejor equipamiento bélico para las Fuerzas
Armadas.
El segundo texto de Marín[26]
Conceptos Básicos, que es también una recopilación de sus conferencias,
fue dividido en dos partes, la primera trata acerca de cuestiones relacionadas
al método de investigación que deben aplicar los altos mandos militares para
obtener un conocimiento real de una situación específica. Se dice allí que su
campo de estudio es la Realidad Nacional y la del país o países adversarios si así
fuera el caso, además también de los países que puedan influir en aquella en
forma directa o indirecta, con la finalidad de establecer las decisiones a
tomar “en los planos más elevados”.
La segunda parte del libro se
encuentra bajo el título “Síntesis del Proceso de la Política General del
Estado en el aspecto de la Defensa Nacional”. Aquí desarrolla los lineamientos
de la organización del Estado. Conocemos que desde la perspectiva desarrollada
por los militares existía un cuestionamiento acerca de la organización
administrativa del Estado peruano y por ende la necesidad de reformarlo, para
ello Marín parte primero por dotar de
objetivos nacionales al Estado, objetivos que deben alcanzarse, estos se definen a partir del estudio de la realidad
histórico política de la nación, por lo que advierte:“…no se debe entender
por Objetivos Nacionales la expresión de aspiraciones abstractas o de simples
anhelos, porque son radicalmente nulos…”[27]
por este motivo la definición de éste
deberá hacerse desde el punto de vista del Bienestar y la Seguridad y
estará a cargo de personas especializadas que conozcan profundamente la
realidad nacional en sus diversos campos como la geográfica, económica,
sociológica, histórica, étnica etc.
Luego define los Procesos de la
Política del Estado, consistentes en la
acción que debe realizar el Estado para
alcanzar sus fines, que son el bienestar
y la seguridad integral. Para lograrlo debe saber disponer de todas los
recursos materiales y humanos con que cuenta, saldando los déficit que tenga
por medio de una planificación científica.
Como decíamos el Potencial Nacional
está integrado por los factores humanos y económicos, pero a la vez son
absolutamente interdependientes de otros dos aspectos el geográfico y el
ordenamiento jurídico y de la organización del Estado.
En esa concepción ideal de una
Nación trata aspectos administrativos del Estado para que éste tome una nueva
forma, es así que al momento de planificar el Potencial Nacional reconoce la
existencia de dos agentes principales, o actores sociales: el sector público y el privado. Desde la
perspectiva de un Proyecto Nacional se le asignan roles específicos a ambos,
Marín no cree que el desarrollo pueda lograrse únicamente por la voluntad
privada se muestra escéptico, cree que
sería un verdadero milagro que eso sucediera, por lo que le corresponde
al sector estatal ser el responsable de velar por los objetivos de bienestar y
seguridad, por tal motivo Marín dice: “El Estado es responsable de ambos,
tiene pues el deber de planificar dicho desarrollo, y de crear el ambiente y
las condiciones materiales favorables para que el sector privado participe en la ejecución de los correspondientes
planes con beneficio propio y del bien común…”[28]
El gran aporte de Marín
que trasciende los claustros militares y que está en función del desarrollo del
país fue difundir la necesidad de un Proyecto Nacional que lo sintetiza de la siguiente manera: “En suma el Bienestar es el fin
último que se persigue, el desarrollo de la potencialidad del país, el medio de
alcanzarlo, la planificación el método técnico para realizarlo, no solo ese
desarrollo sino el conjunto de la política del Estado”[29].
De aquí podemos ir desprendiendo
algunas ideas, pues esa inmensa labor intelectual y de difusión, fue tomando
cuerpo en el gobierno de los generales Pérez Godoy y Nicolás Lindley, cuyas
reformas no llegaron a tomar cuerpo pues ese gobierno duro solo un año.
Tendría que esperarse el golpe de estado de 1968 para que
varias de las propuestas se plasmaran como políticas de gobierno, como fue el
caso de la reforma del Estado durante el
Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (en su primera fase
1968-1975), esta no tuvo la intención de
llegar a asfixiar la iniciativa privada, ni mucho menos seguir un camino que lo
lleve a la instauración del “comunismo”, sino tan solo de reorientarla dentro
del sistema capitalista en función de una visión de desarrollo nacional, un
ejemplo de ello nos da el sociólogo Aníbal Quijano, quien al analizar la
política monetaria del Gobierno del general Juan Velasco señaló que ésta se
sujetaba a los principios establecidos por los organismos internacionales de
crédito: “En cuanto a la política monetaria y crediticia del actual régimen,
está enmarcada bastante rígidamente en los límites de la política que preconiza
el FMI para estos países: la reducción del gasto público de manera drástica,
con el objetivo de reducir el déficit fiscal que se arrastraba desde el
gobierno anterior, frenar la inflación y mantener la estabilidad de la moneda.”[30] Por
lo que motejar al régimen del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas
(GRFA) como comunista, tiene más de argumento político que de honestidad
científica e intelectual.
Finalmente, Marín esboza la forma organizativa
que debería tomar el Estado, hace las
distinciones entre órgano, organismo y organización del Estado, diferencia los
niveles entre supremos y superiores. Seguidamente señala la necesidad de la creación de un
órgano de planificación que debe estar conformado por destacados intelectuales investigadores, técnicos, juristas de alto nivel a quienes los incluirá
en la denominación genérica Grupo de Alto Nivel (GAN), lo que buscaba era
formar una capa de tecnócratas que den cuerpo a la administración del Estado,
estos nuevos burócratas deberían estar apoyados por los Órganos Técnicos de
Información (OTI), integrados por la Dirección de Censos y Estadística, las
direcciones de los ministerios, que proveerán de la información que requiera
este GAN. De esta manera Marín, va diseñando, perfilando las formas que debería
de adoptar el proceso de reforma del Estado.
BIBLIOGRAFIA
CENTRO DE ESTUDIO HISTORICO MILITAR DEL PERÚ. General Don José del Carmen Marín Arista.
Lima. s/f.
COMISIÓN
PERMANENTE DE HISTORIA DEL EJÉRCITO. Historia General del Ejército
peruano. Lima. Imprenta Ministerio de Guerra. 1981. Tomo III.
Vol. 1.
KRUIJT, Dirk. La Revolución por Decreto. Lima. Mosca Azul. 1989
MARÍN, José del Carmen. La Defensa Nacional - Procesos Fundamentales. Conferencias. Centro de Altos Estudios
Militares. Lima. 1972 a
MARÍN,
José del Carmen. Conceptos
Básicos – conferencias.
Centro de Altos Estudios Militares.
Lima. Centro de Altos Estudios Militares. 1972 b
QUIJANO
OBREGON, Aníbal. Nacionalismo, Neo Imperialismo y Militarismo
en
el Perú. Buenos Aires. Ediciones Periferia
SRL. 1971
ROSPIGLIOSI, Fernando. Montesinos
y las Fuerzas Armadas. Cómo controló durante una década las instituciones
militares. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2000
VILLANUEVA VALENCIA, Víctor. El CAEM y la revolución de la
Fuerza Armada. Lima.
Instituto de Estudios Peruanos. 1972
ENTREVISTAS
Mag. Eduardo Toche Medrano. Historiador y analista político de
DESCO. Entrevista realizada en noviembre del 2006
General EP. ® Luis Trigoso Reina. Asesor académico del Centro de Altos
Estudios Nacionales. Entrevista realizada en noviembre del 2006
General EP. ® Herman Hamman. Director del Centro de Estudio Histórico Militar del Perú. Entrevista realizada en noviembre del 2006
General EP. ®
Francisco Morales Bermúdez Cerruti. Ex presidente de la República 1975 – 1980. Entrevista realizada en enero del 2010
ARCHIVOS
- Archivo Central del Ejército (ACE)
- Archivo Histórico de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos “Domingo Angulo”
[1] “General de división José del Carmen Marín Arista, maestro y
humanista” Revista del Centro de Altos Estudios Nacionales. 2001. Nº 22.
Pág. 25 - 29
[2] Entrevista a Francisco Morales B.
Enero del 2010. Fue Presidente de la República en la segunda fase del
Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (1975 – 1980). Convocó a la
Asamblea Constituyente de 1979 y las elecciones presidenciales de 1980.
[3] Entrevista con el general Luis Trigoso Reina. Noviembre 2006. Luis
Trigoso Reina se desempeñaba como asesor
académico en el CAEN, tiene mas de 90 años, un caminar pausado, pero posee gran
lucidez mental y espíritu jovial.
[4] El Mariscal Andrés Avelino Cáceres (1833 – 1923), fue líder de la
resistencia en los Andes contra la ocupación chilena del Perú en la Guerra del
Pacífico 1879 – 1883. Es un héroe nacional, aunque su paso por la presidencia
de la República (1886 – 1890) no fue tan halagüeña.
[5] Centro de Estudios Histórico Militar del Perú (CEHMP) s/f. “General Don José Marín Arista” es un breve
documento biográfico del departamento de Genealogía del Centro de Estudio
Histórico Militar del Perú.
[6] Facultad de Ciencias (Libro de Actas - Exámenes) 1923- 1925 fojas 171
– 172 - 173 - 174 -177 - 182 - 186. En el archivo histórico “Domingo Angulo” de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos (UNMSM), no encontré el
registro de egresado de Marín, si hallé que por esos años varios militares que
habían egresado de la Escuela de Oficiales solicitaban su incorporación como
alumnos regulares en distintas carreras, entre ellos está el pedido de Subteniente
Manuel Odría que también estudió
Matemáticas.
[7] Rospigliosi, Fernando. 2000. Montesinos y las
Fuerzas Armadas. Cómo controló durante una década las instituciones militares. Lima.
IEP. Pp. 174
[8] Rospigliosi. Ídem
[9] CEHMP. s/f
[11] Como señalamos en el capítulo I, varios de los integrantes de las
misiones militares francesas que vinieron al Perú habían tenido experiencia de
combate en África, por lo que incluir la visita de los oficiales peruanos a ese
continente, podría tratarse de estudios contra subversivos. Rospigliosi señala
la influencia de las doctrinas difundidas por los franceses como la Guerra
Total y la Guerra Revolucionaria en los oficiales peruanos. Ver: Rospigliosi. Ob.
Cit. Pp. 70 y ss.
[12] En las dos biografías
consultadas del general Marin, la del Departamento de Genealogía del CEHMP y la Enciclopedia Ilustrada del Perú de Alberto
Tauro del Pino, e incluso el propio Luis Trigoso, no dan razón del lugar donde fue
enviado a estudiar, pero los tres coinciden que por esos años fue becado al
extranjero.
[13] Legajo
personal de José del Carmen Marin Arista. Archivo Central del Ejército (ACE).
En su legajo se encuentran registrados el diploma de la Escuela Superior de
Guerra y el certificado de la Escuela de Ingenieros ambos en París. Bajo el
rublo “Otros Estudios en el extranjero” aparecen: Estadas preparatorias en la
Escuela Superior de Guerra de París, Curso de Mayores de todas las armas (3
semanas) en Campo de Vadahos y Estadas de un mes en cada uno de los siguientes
regimientos: Infantería, Caballería, Artillería en Besacon. No indica la fecha
en los cuales realizó estos estudios.
[14] Entrevista a Eduardo Toche. Historiador y analista político de DESCO. Noviembre
del 2006.
[15] Entrevista con el general (r)
Herman Hamman. Director del Centro Histórico Militar del Perú. Noviembre del 2006
[16] Entrevista con el general Luis Trigoso R. Noviembre del 2006 “Las ideas se exponen, no se imponen” es el
actual lema del CAEM.
[17] CEHMP: s/f. 24
[18] Por eso la historiografía sobre el tema habla de los “Intelectuales
Militares”, al respecto podemos consultar Kruijt, Dirk. 1991. La Revolución por Decreto. Lima. Mosca Azul. capítulo III.
[19] En el 2007 me informaron en la biblioteca del CAEN que ellos en
alianza con la Universidad San Martín iban a editar dos tomos de las Obras
Completas de Marín, pero a la fecha no se conoce ninguna publicación al
respecto.
[20] Comisión Permanente de Historia del Ejército. 1981. Historia
General del Ejército. Lima. Ministerio de Guerra. Tomo III. Vol. 1. pp. 341
[21] Marín, José del Carmen. 1972
a La Defensa Nacional - Procesos Fundamentales. Conferencias. Lima.
Centro de Altos Estudios Militares.
[22] Villanueva. ídem. Pp.121
[23] Villanueva, Víctor. 1972. El
CAEM y la revolución de la Fuerza Armada. Capítulo 2
[24] “Pueblo Joven”
es un eufemismo para designar lugares de residencia precaria, sin servicios
básicos de vivienda (agua potable, servicios eléctricos, servicio de
alcantarillado y carecen de titulación). En otros lugares de América Latina se
les llama Barriadas, Villas, Favelas,
etc.
[26] Marín, José del Carmen. 1972 b Conceptos Básicos – conferencias. Centro
de Altos Estudios Militares. Lima.
Centro de Altos Estudios Militares.
[27] Marín. Op. Cit. Pp. 83
[28] Marín. Ibídem. Pp.106
[29] Marín. Ibídem. Pp.132
[30] Quijano, Aníbal. 1971 Nacionalismo, Neo
Imperialismo y Militarismo en el Perú. Buenos Aires. Ediciones Periferia. pp. 65
Es la biografía más completa y sustentada que he encontrado en la red. José del Carmen Marín Arista, un hombre ejemplar y sobresaliente.
ResponderEliminarTenía una idea errada del CAEM, que empezó a funcionar con Velazco Alvarado. Cuentan que cuando tomó La Brea y Pariñas preguntaba ¿donde esta el dinero? Y entendio la necesidad de conocer más y creó el CAEM
ResponderEliminarTenía una idea errada del CAEM, que empezó a funcionar con Velazco Alvarado. Cuentan que cuando tomó La Brea y Pariñas preguntaba ¿donde esta el dinero? Y entendio la necesidad de conocer más y creó el CAEM
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