miércoles, 4 de abril de 2012




APROXIMACIÓN A LA VIDA DEL GENERAL JOSÉ DEL CARMEN MARÍN, EL PROYECTO NACIONAL Y LA POLÍTICA PERUANA  

Lic. Carlos Villanueva Benavides
Mag. Defensa Nacional – EDENA
cvillanuevabenavides@gmail.com
Introducción
En la formación del Estado-nación confluyen varios elementos históricos, económicos, culturales e inclusive organizacionales. En nuestra historia republicana uno de los elementos que tuvo mayor impacto fue el proceso de profesionalización del Ejército nacional.
 Este tomará roles protagónicos en la conducción del país, no solo a través del manejo directo del gobierno (golpes de Estado en la mayoría de los casos), sino que también influyó en el cuerpo social mediante la formación y difusión de un aparato conceptual, una doctrina militar que sustentó un proyecto político desarrollista en las décadas del 60 y 70 del siglo XX, proceso que se gestó desde 1950 y fue afectado por las lecciones que dejó la Segunda Guerra Mundial y el posterior proceso de lucha política e ideológica que representó la Guerra Fría.
Le correspondió al general José del Carmen Marín haber sido el gran difusor de esas nuevas ideas, que partiendo de los estudios de la Defensa Nacional previó que era necesario divulgar y batallar por instaurar  un Proyecto Nacional para que nuestra nación pueda alcanzar el desarrollo.
Este artículo indaga básicamente acerca de la vida del primer director del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM) ahora llamado Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN),  y su relación con el quehacer político en el gobierno del general Juan Velasco Alvarado.   

Entre el mito y la admiración por Marín
            Los hombres responden a su época, se destacan en ella aquellos personajes que han sabido interpretar su tiempo, quienes se esforzaron por modificarlo y en ese empeño han logrado dejar sus huellas para la posteridad, ese es el caso del general  José del Carmen Marín.
            Así  lo reconoce el general ® Luis Trigoso Reyna, discípulo y amigo personal de Marín, que en un artículo dice: “todos los hombres son mortales solo algunos, son inmortales. Son inmortales porque en esta dimensión vacía, que es el tiempo, han sabido llenarla con un pedazo de historia.[1]
            Por su parte el general Francisco Morales Bermúdez considera a Marín un ideólogo por haber tenido la visión de integrar al Perú bajo una doctrina Yo lo considero al general Marín como un filósofo, a veces la formación castrense es rígida, la formación militar cubre aspectos tácticos, estratégicos etc. Pero el general Marín fue un gran pensador, inclusive la formación del Centro de Altos Estudios Militares, CAEM tiene pues una historia, se pensó en un primer momento solamente para el Ejército, el general Marín dijo “¡No! aquí se trata de toda la Fuerza Armada”, entonces entra la FFAA, pero nuevamente dice “¡No aquí lo que se trata es de buscar una conjunción de todos los pensamientos de civiles y militares”, la concepción del general Marín en términos muy simples fue no hay desarrollo sin defensa, ni tampoco hay defensa sin desarrollo, es decir una conjunción de la concepción de desarrollo de un país con la concepción de defensa de un país, se integran, esa es la base filosófica del general Marín.”[2]
El gran mérito de Marín fue realmente interpretar las necesidades e intereses de un sector de la comunidad peruana en función del desarrollo nacional.

Aspectos biográficos
El niño José del Carmen vio la luz el 2 de marzo de 1899, en el departamento de Amazonas,  provino de un hogar humilde, sus padres don Marcelino Marín y doña Abela Arista, se dedicaban a trabajar primero en el campo y luego en la explotación del caucho en la selva, se vieron obligados a dejar a su hijo a los cuidados de su tío materno el sacerdote Arista, al lado de quien creció y se educó.
Luis Trigoso un nonagenario oficial del Ejército, conoció a Marín y  relata así esos primeros años “El general Marín fue natural de Amazonas, de la provincia de Rodríguez de Mendoza, yo lo conocí a través de su familia porque él fue paisano mío, yo también soy amazonense, lo conocí cuando estaba estudiando en la Universidad Nacional de Ingeniería  como era una persona pobre  pero inteligente, ingresó a la Escuela de Clases, como soldado  allí destacó porque era inteligente, además porque tenía mucha habilidad para las matemáticas”[3]; en efecto una vez en la capital, Marín ingresó a la Escuela de Clases en mayo de 1917, luego de llegar al grado de cabo fue destacado a trabajar a Ancón, lugar donde conoció al Mariscal Andrés A. Cáceres. Luis Trigoso evoca  ese episodio de la vida de su amigo “…pronto ascendió a cabo, y  lo seleccionaron como ayudante del Mariscal Cáceres[4] que  estaba convaleciente… en las tardes el mariscal Cáceres y el cabo Marín dialogaban, se comprende que el mariscal un hombre con mucha experiencia  le aconsejara al cabo Marín que ingresara a la Escuela Militar de Chorrillos, él así lo hizo, y el cabo Marín ingreso a la Escuela Militar…”, era marzo de 1918.
 En el Ejército se han creado ciertos mitos en torno a este personaje, es usual encontrar en las reuniones sociales de los militares que cuenten ciertas historias acerca de Marín, una de ellas es respecto al ingreso a la escuela Militar. Se dice por ejemplo que Marín se presentó de manera extemporánea para rendir los exámenes de admisión, en la puerta del cuartel cuentan  que lo vieron mal vestido y que -como era de estatura baja- lo rechazaron, pero ante la protesta y persistencia  del joven José del Carmen, un oficial le dio el permiso para que rinda un examen, éste hizo llamar a un profesor diciéndole que le tome una prueba de matemáticas con un alto grado de dificultad con el objetivo que no pueda resolver las preguntas y se retire sin protestar; se dice que Marín solucionó cada ejercicio de dos maneras distintas, grande fue la sorpresa del oficial cuando el profesor se le acerco y le dijo “si alguien tiene que ingresar es él”.
 Corroborar que esta historia tenga visos de veracidad es difícil, puesto que en el legajo personal de Marín en el Archivo Central del Ejército no existe ningún documento que registre su incorporación fuera de la fecha establecida, por otro lado en el relato se da a entender que Marín se presentó a la Escuela de Oficiales recién llegado de su provincia, pero como cuenta Trigoso, José del Carmen Marín ya era cabo cuando postuló para oficial.
Lo que sí es cierto fue que Marín ingresó ocupando el primer puesto de su promoción, lugar que  mantuvo los cuatro años de estudios hasta egresar  como espada de honor en febrero de 1922[5]. Al año siguiente ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió y se graduó como bachiller en Matemáticas[6], en su paso por la universidad también se destacó por ser un alumno aplicado. En el primer año de estudios obtuvo notas sobresalientes 19 en los cursos de Física y Geometría Descriptiva, Geometría Analítica y Trigonometría Esférica 18 de promedio, su nota más baja fue 12 en Dibujo Lineal.
 En el Archivo histórico “Domingo Angulo” de esa casa universitaria, también se registran las notas del que llegaría con el tiempo a ser presidente de facto del Perú el general Manuel Odría, quien tiene notas más bajas que nuestro personaje (estudiaban la misma carrera), este que parece ser un dato menor con el tiempo tomó importancia, pues se dice, existió un sorda riña entre ambos. Esto explicaría por qué Marín no llegó a ocupar los puestos de Comando de la institución y por el contrario ocupo nueve años la dirección  del CAEM.
Fernando Rospigliosi es quien sustenta esta tesis, fue precisamente en 1951 en pleno gobierno de Odría, donde empiezó a funcionar el Centro de Altos Estudios del Ejército (CAE), que tres años más tarde cambió su nombre  por el de Centro de Altos Estudios Militares (CAEM). Para Rospigliosi esta institución se formó debido a dos factores, el primero fue por la presión que ejercieron algunos sectores que deseaban hacer del Ejército una institución profesional donde se respetara el escalafón y en segundo lugar para “aislar a los militares que el gobierno  consideraba peligrosos, destinándolos a un lugar que se consideraba un ‘huesero’, término usado en la jerga militar para designar la dependencia donde se envía a aquellos  que se desea ‘ahuesar’, o a los oficiales ‘huesos’ poco capaces”[7]. De tal manera que Marín se encontraba relativamente relegado dentro de la dirección institucional del Ejército, pues lideraba un sector distinto al del presidente Odría. Así Rospigliosi concluye: “En ese sentido era su competidor. Sin embargo Marín convirtió al CAEM en un poderoso instrumento difusor de las ideas que profesaba.”[8] 

Retomando el relato cronológico del desempeño profesional de Marín,  el 14 de abril de 1925, fue enviado a Francia  para seguir estudios en la Escuela de Ingenieros Militares de Versalles, “…en la que se graduó ocupando el segundo puesto entre todos los oficiales alumnos de su promoción, 270 oficiales franceses y 40 oficiales extranjeros.[9].
Al respecto Luis Trigoso cuenta que en realidad a Marín le correspondía el primer puesto, pero las disposiciones en el Ejército francés impedían que un oficial extranjero ocupe el primer lugar en los cuadros de méritos, por lo que al joven oficial peruano solo le cupo obtener el segundo lugar, ganándose el reconocimiento de sus colegas, pues al momento de la graduación, continúa Trigoso: “el oficial francés - en gesto hermoso- entrega la espada a Marín con estas palabras: este premio le corresponde porque usted es el mejor”.[10]
En esta misma misión de estudios Marín registra un ingreso a Marruecos el 15 de septiembre y tiene como fecha de regreso a Francia el 10 de agosto de 1926. En el legajo no se especifica si realizó algún estudio o fue en condición de turista a África, pues todo aparece bajo el rublo “Misión de Estudio en Francia.” [11]

La influencia de la Escuela Francesa
Así comenzó a cimentarse la formación no solo académica, sino la visión política e ideológica  que le fue imprimiendo la escuela francesa a Marín. Los franceses después de las Campañas de Napoleón, la guerra Franco-Prusiana (1870-1871) y vencedores luego de la Primera Guerra Mundial, teorizaron los  eventos militares, creció su nacionalismo y el poseer posesiones coloniales en ultramar, le dieron una  autoridad reconocida en el mundo, posiblemente esas cualidades influenciaron en el gobierno peruano que contrató la primera misión militar en 1896,  en suma la escogieron no solo por las similitudes culturales entre nuestros países, como usualmente se argumenta, sino porque era la escuela francesa junto con la alemana, las que gozaban de mayor prestigio en ese momento en el mundo.
A su regreso Marín fue ascendido a grado de capitán, y graduado como oficial de ingeniería, organizó las primeras tropas del arma de Transmisiones del Ejército, por esos años se editó un libro titulado Instrucciones sobre el Enlace de las Transmisiones en Campaña, que es básicamente la traducción que realizó de un manual del Ejército francés. Luego en marzo de 1930, fue enviado a trabajar a la Escuela Militar de Chorrillos como instructor de ingeniería y fue posteriormente nombrado Director de Estudios en 1932.
Ese mismo año cursaba estudios en la Escuela Superior de Guerra, se desempeñó también como profesor, al graduarse como primer puesto fue enviado a una misión de estudios al extranjero.[12]  Pero al revisar el legajo de nuestro personaje ese año no hizo registra ningún viaje fuera del país, pues entre los años 1930 y 1933 trabajó en la Escuela Militar de Chorrillos, salvo una mención que llama mucho la atención, pues en julio de 1933 dejó la Escuela Militar para pasar “a órdenes del Ministerio de Relaciones Exteriores”[13]
 En 1937, ascendió al grado de teniente coronel y fue enviado nuevamente a Francia para cursar en la Escuela Superior de Guerra, donde obtuvo el diploma de Estado Mayor. Por estos años completa su formación académica y por lo tanto una perspectiva política, pues al realizar los estudios de Estado Mayor, lo que hace es compenetrarse con una visión que partiendo de las necesidades militares para los esfuerzos de guerra analiza los aspectos más generales del Estado y la sociedad, en la que se van elaborando, conformando ideas respecto a una visión del Estado y cuáles debían ser sus responsabilidades y modos de organización estatal.
El historiador Eduardo Toche indica “Marín fue una persona formada por los franceses, el concepto que él trae respecto a qué debe ser una fuerza armada es un concepto totalmente francés y el concepto de seguridad que él plasma en doctrina es un concepto que no está desligado del desarrollo, y es éste el que ha sido la línea matriz  de la construcción del Estado nacional peruano en parte del siglo XX…[14].
Lo que no parece estar tan claro fue de dónde provinieron las ideas de ligar los conceptos de Defensa Nacional y Desarrollo, pues el Director del Centro de Estudio Histórico Militar del Perú el general EP.® Herman Hamman, dice que esta fue una tesis que la elaboró el propio  Marín “es lógico pensar que la doctrina francesa había influenciado en este  aspecto, no solo en lo que es el  general Marín, sino en los oficiales que se formaron bajo la  presencia de la misión francesa, aun en Francia no había una concepción tan clara de lo que él tenía en relación a juntar estos dos extraordinarios esfuerzos que debe realizar una nación que es la seguridad integral pero que garantice el bienestar general de la población  y esa es la concepción, él encuentra la necesidad en forma personal, no es que el haya copiado de Francia esta sapiencia …[15].
De similar opinión fue Morales Bermúdez quien señaló: Marin tomó mucho de la concepción francesa, la formación del militar francés era muy integral muy global, a diferencia de otros militares europeos y más aun norteamericanos, de manera que el estudio en escuelas especializadas en Francia donde bebió mucho de la concepción francesa, que durante un tiempo bastante largo influyó mucho en la formación del militar peruano. De manera que él tomó algo, pero mucho de lo que trajo lo trato de adaptar a la conformación de la sociedad peruana, él era un hombre que pensaba mucho, era un filosofo,…yo diría que son las dos cosas, trajo mucho de Europa, pero no se quedó con eso, sino que estudió la realidad peruana y dijo aquí tenemos que actuar de esta forma.”
Una vez en Lima en 1939, Marín fue destacado como Jefe de la Sección de Operaciones del Estado Mayor General del Ejército, desde allí le cupo jugar un papel importante en el conflicto con el Ecuador de 1941. Al parecer todo empezó por las opiniones que mencionó acerca de los planes para enfrentar la guerra, él cuestionó esos acuerdos, esas opiniones llegaron a oídos del presidente Prado, pero dejemos que Trigoso narre esos hechos “…el conflicto del 41, eso es muy interesante porque ya el Estado Mayor del Ejército peruano, ya habían hecho sus planes para el norte, para la guerra con el Ecuador, el Estado Mayor y el agrupamiento del Ejército que se desplazaba a Tumbes, entonces Marín era comandante, se informó de los planes, dijo que no estaban muy adecuados y que podían fracasar, esta afirmación de Marín llegó a oídos del presidente Prado, quien hizo llamar a Marín y lo detuvo en Palacio (de Gobierno), hizo llamar al Estado Mayor del Ejército, y les dijo:’aquí hay un comandante  que dice que esto está mal’ , entonces, llamó a Marín que estaba detenido allí, Marín abrió sus  cartas, sus mapas, dijo que la operación que han planeado ustedes va a fracasar por esta razón , esta razón… y el dijo  yo propongo esto … y le convenció al Estado Mayor, que lo que había planeado él era mejor, entonces como habían cambiado los planes, inmediatamente ese mismo día - con el Estado Mayor - fue a Tumbes  a decir que cambiaran los planes, de esa manera con el plan que había hecho  Marín se hizo la guerra y el   triunfo fue del Perú… sino hubiéramos  fracasado … de allí sale que las ideas se exponen no se imponen…él le dijo al presidente, es una idea que expongo no impongo, si usted cree conveniente cambia los planes, sino el mío lo rechaza…”[16] Aunque la historia reconoce al  general Eloy Ureta, como el gestor de esa victoria militar peruana, según esta versión fue Marín quien diseñó los aspectos tácticos operativos que posibilitaron alcanzar el éxito en la guerra.
En febrero de 1944, fue nombrado Director del Colegio Militar Leoncio Prado, allí Marín, organiza ese colegio aplicando “métodos de enseñanza modernos realizando una labor de vastas proyecciones[17], pero ¿cómo podemos entender eso de labor de vastas proyecciones? parece que lo podemos relacionar con las ideas que tenía acerca de la Defensa Nacional. El en ese entonces coronel Marín, utilizó  su reconocida capacidad de saber llegar a otros, transmitiendo educación, formándolos, pues  este personaje era un intelectual con uniforme y estaba empezando a forjar a otros en ese camino[18]. Cuando Trigoso se refiere a nuestro personaje, en su paso  por el Colegio Militar indica: “funda el Colegio Militar Leoncio Prado donde inicia su proyecto humano de integrar al Perú, estableciendo como norma, que en dicho colegio deben de estar representados como alumnos todos los departamentos.”, otro testimonio que grafica lo que decimos, es lo que nos dice el general Hamman, quien cursó los tres últimos años de educación secundaria en el colegio militar  “Nos educaba con una paciencia extraordinaria, con una sapiencia  y las conferencias que tradicionalmente todos los sábados nos hacía contándonos sobre su vida y sobre la necesidad de formar una promoción de alumnos del Colegio Militar que tuviera como base fundamental el sentimiento de patria. Un educador extraordinario que simultáneamente no solo participaba en todas las escuelas de la fuerza armada sino que inclusive era también catedrático en la Universidad de Ingeniería y muchas otras universidades   en las cuales se le  invitaba a dar conferencias, su espíritu era extraordinario en relación  con preocuparse en cómo estudiar y desarrollar la Defensa Nacional, él ante la admiración de muchos no solamente peruanos sino aun miembros de América, ideaba la necesidad de establecer una relación cultural, integral  y de capacitación de miembros de las fuerzas armadas, y miembros del gobierno y de instituciones cívico patrióticas y  culturales para sentarse en una misma mesa con la finalidad de estudiar los problemas de la Defensa Nacional.”.
Al año siguiente 1945, Marín fue destacado como director de la Escuela Militar de Chorrillos, durante su periodo se realizaron modificaciones curriculares, que con el correr de los años cosecharon una generación de oficiales de alta graduación -coroneles y generales- con un formación política que no se ha vuelto a repetir en la historia. Para Eduardo Toche esta fue inspiración de Marín, pero para Hamman este proceso tiene una lectura no tan personalizada “…más que la presencia del general Marín como aportador de un cambio de la doctrina ya había el contacto con la Misión Militar Americana, y empezamos a cambiar una serie de aspectos doctrinarios, usando la tecnología resultante de la Segunda Guerra Mundial no es necesariamente el general Marín el que hace esto, él más que nada con esa capacidad tan humana y tan  formativa, era un excelente educador, entonces él se preocupó de la formación moral, de la formación técnica, en cuanto a  las libertades que se podían dar, porque él era un amante de las libertades de pensamiento, él decía: las ideas no se imponen sino se exponen,  y esa era su norma de conducta y eso lo aplicaba cotidianamente …
Teniendo en cuenta que  para aquellos años nuestro personaje ya  tenía ideas elaboradas acerca de qué sociedad quería construir desde el Ejército, este no fue un mero actor pasivo o simple funcionario público, sino que fue construyendo los escalones por donde debían transitar las futuras generaciones de oficiales, visto así, su labor cobra una nueva dimensión, pues él se va trazando objetivos y en función a ellos va cogiendo todos los elementos que el momento histórico y político le va proveyendo. Si bien su formación fue francesa,  como dice Eduardo Toche “Marín era un francés porque pensaba como francés”, aún siendo esto así, no rechazo la doctrina militar norteamericana.
 Por el contrario el general Trigoso considera que Marín  nunca se dejó influenciar por la doctrina norteamericana “no  lo hizo cambiar a Marín,  estaba convencido que la escuela francesa era superior…”, viendo los planteamientos y compromisos políticos que irá esbozando la doctrina de la Defensa Nacional, esta afirmación no parece ser cierta, teniendo en cuenta que Marín era una persona que amaba la libertad de pensamiento -como todos lo reconocen-, una de las mayores cualidades fue precisamente esa, saber recoger lo que le servía para elaborar su propuesta política. Hamman se refiriere a esto de la siguiente manera: “No podemos hablar qué escuela es mejor una que  otra, porque todas estas escuelas de los grandes países  han tenido sus momentos de apogeo extraordinario…De manera que yo no quisiera establecer que Marín aceptó una u otra, sino que Marín era un hombre de avanzada, un hombre que tenía una profundidad extraordinaria, es cierto que  estuvo por Europa, es cierto que se educó en Francia, pero de su  mente brotó una forma de dar solución a este problema a nivel nacional  y ha sido copiado en muchas partes del mundo…”.

Primer director del CAEM
Siendo general de brigada Marín fue designado Ministro de Guerra, en enero de 1947, para al año siguiente formar parte de la Consejo Superior del Ejército, organismo en el que presidió la Comisión encargada de preparar los Proyectos de ley de ascensos y Ley Orgánica del Ejército, del que nace el Centro de Altos Estudios Militares, del cual será su primer director.
Es en el CAEM donde Marín logró plasmar con mayor pujanza sus esfuerzos en la formación de una generación de oficiales de alta graduación que llevó a cabo el adelante denominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, en ese sentido nuestro personaje cumplió un papel de intermediario entre las ideas de desarrollo y planificación estatal difundidas por los centros de poder (Washington y París) y el Perú. Su obra escrita se encuentra dispersa en conferencias, seminarios y cursos dictados en el Ejército y universidades, algunas de ellas fueron recopiladas en dos textos bajo el título Conceptos Básicos y Defensa Nacional-Procesos fundamentales.[19]
El Congreso de la República fue quien faltando pocos meses para su retiro le concedió el máximo grado de la carrera militar. Trigoso se refiere a esto de la siguiente manera “…mucho tiempo estuvo de general de brigada no lo ascendían a general de división, antes que se vaya de baja, fue el Congreso quien lo ascendió al grado de general de división, parece que el Congreso viendo que era un hombre  muy versado, muy inteligente y que no reclamaba…fueron ellos quienes  lo ascendieron a general de división, fue  un reconocimiento a su carrera…”, efectivamente fue ascendido en diciembre de 1956, y paso al retiro en febrero de 1957, solo detentó ese grado durante dos meses.
Pero con el pase a la situación militar de retiro no termina la  labor de Marín, pues siguió ligado al CAEM, como profesor y asesor  de las nuevas generaciones de oficiales y personal civil que cursaban estudios en esa institución.
En 1980, la Comisión Permanente de Historia del Ejército buscaba publicar un texto en conmemoración del centenario de las batallas de San Juan y Miraflores, en la que se le había pedido a Marín escribiera el epílogo del libro desde una reflexión de la Defensa Nacional. El  3 de diciembre, los representantes de la Comisión de Historia lo visitaron en su casa, pues se hallaba delicado de salud; al día siguiente tomaron notas de sus últimas reflexiones:
            -“Que la defensa de Lima – como en las demás acciones de la guerra del 79- faltaron los medios (material, equipo, armamento), que hubo deficiente preparación militar, pero sobró coraje y valentía para morir por la patria;
            -Que el pueblo a pesar de los errores de los conductores del país, tuvo un sentimiento solidario cuando se trató de defender la soberanía nacional;
            -Que la única forma de prever las consecuencias de una derrota es estar permanentemente preparado para la defensa nacional, y
            -Haciendo alusión a las actitudes puestas en evidencia por los invasores, señaló que solo los pueblos débiles son sanguinarios , como una forma de compensar su debilidad espiritual y su decadencia, en cambio los pueblos fuertes valoran mas la vida de los hombres, las respetan, haciendo uso de la fuerza solo en apoyo del derecho.”[20]
El sábado 6 de diciembre de 1980 falleció a la edad de 81 años.



Escritos del general Marín
            La doctrina de la Defensa Nacional posee su propio cuerpo conceptual, estos responden a una  forma de concebir el mundo, Marín lo dotó de un cuerpo teórico y de objetivos políticos a un sector social que participó activamente en la política peruana, y que fue la que llevó adelante un proyecto reformista, que se concretó en el gobierno del general Juan Velasco.
            El contenido de las ideas de Marin[21] se encuentra recopiladas en dos libros, el primer libro se titula La Defensa Nacional -  Procesos Fundamentales. Conferencias está divido en dos partes, la primera de ellas es “Procesos de Preparación y Ejecución de la Defensa Nacional”, y la segunda “Procesos del Planeamiento Estratégico”.
            Para los fines que busca la investigación resulta provechosa la exposición de la primera parte de la obra, puesto que allí esboza ideas que llegan a tener una connotación  sociológica y por lo tanto nos permite ver de alguna manera, cómo influyó en las propuestas políticas de lo que sería más adelante el llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
            El autor señala como  origen de los conflictos entre los Estados, el que estos no puedan resolver todas sus necesidades dentro de sus límites territoriales, problema que  podría resolverse a través de soluciones justas - como el comercio - , pero  que estas no se dan por la naturaleza egoísta de los hombres. Resultando los aspectos sicológicos del hombre  los determinantes en el ser histórico.
            Luego realiza una interpretación histórica de la Primera Guerra Mundial,  señala que sus causas se debieron a que todas las potencias tenían como signo característicos ser naciones fuertemente industrializadas y el haber “…seguido una política de expansión territorial para dar cabida a su exceso de habitantes…”; su visión es cuasi naturalista, al analizar la sociedad no percibe factores estructurales, sociales que desataron ese conflicto. Mientras que en el análisis de las relaciones interestatales es profundamente nacionalista, le asignará a la nación valores personales como el honor, la hidalguía etc.
            Respecto a temas de carácter internacional como la Revolución Rusa, señaló que  los planteamientos de Vladimir Lenin (Jefe del Partido Bolchevique) acerca de la Primera Guerra Mundial eran derrotistas, tildándolo de traidor a la patria por haber tomado la decisión de retirar a Rusia de la guerra, cuando los bolcheviques tomaron el poder, como recordamos el lema de los bolcheviques era “Pan, Paz y Tierra”. De forma tal que el pensamiento de Marín, se inscribe dentro de la corriente anticomunista, por eso con justeza Víctor Villanueva señala “…desde su origen el CAEM  mostró documentalmente rechazo al socialismo  y afecto al sistema capitalista…El CAEM no analiza estos sistemas políticos – sociales, como conviene a la estructura militar, se adhiere a uno y rechaza al otro, sin análisis ni discusión. Su anticomunismo es de tipo dogmático…”[22]. Marín dice en su texto que en la Primera Guerra Mundial se “… muestra como el comunismo no repara en los medios, inclusive la traición a la patria y el crimen…y esta es la absurda práctica que siguen hasta el presente.”        
Cuando analiza las vías de la Política de Seguridad del Estado, señala que ellas obedecen a dos causas, la primera de ellas es que el Estado procura alcanzar el bienestar,  y este puede entrar en conflicto con los intereses de otros países, por lo que corresponderá a la Política Exterior “…armonizar estos intereses…”. La segunda causa esta dada por la situación de lucha entre las superpotencias de la época, EE.UU y URSS, y siendo el comunismo un peligro para los Estados, la política del frente interno deberá precaver al Estado de este riesgo. Además agrega, que para implementar dichas políticas el Estado encuentra oposiciones de diferente origen, unas pueden llegar del extranjero y otras pueden ser internas, por lo que el Estado deberá adoptar medidas de orden político, económico y psicológico, lo que originará una lucha permanente.
            De esta manera el planeamiento de las luchas en los dominios diferentes a los militares provendrán  de varios factores que abarcan desde el proceso histórico hasta la situación internacional:
Ø  Primero, de los antecedentes y evolución histórica.
Ø  Segundo, del estado actual de las relaciones entre los países,
Ø  Tercero, de sus objetivos nacionales y de sus potencialidades y
Ø  Cuarto, de la situación internacional.
            Finalmente Marín concluye  que para enfrentar estas luchas una nación debe ser fuerte material y espiritualmente ya que “…los débiles están expuestos a sucumbir…”, y que la manera más adecuada para conducir el desarrollo del potencial es mediante planes científica y metodológicamente establecidos. Además hace una revisión de la organización económica y social del Estado lo que  permite poner en evidencia sus imperfecciones y defectos.
            El concepto de “luchas”, está referido al reconocimiento y a la facultad de ejercer la violencia legítima del Estado en procura de la consecución de sus objetivos, esta violencia tiene una forma específica según sea el caso, será violenta en caso de un conflicto armado externo o interno; tomará formas económicas para los casos en que  grupos económicos nacionales disientan de algunas medidas del gobierno  y será sicológica en caso la población proteste, se movilice en contra de las políticas que aplique el Estado.
            En la vía violenta de la Política de Seguridad, el autor analiza los diversos factores que pueden desencadenar una guerra, por lo que considera que este hecho es del todo predecible, pues existen causas que pueden desencadenarla, de esta forma el Estado deberá preverla realizando un seguimiento permanente del curso que puedan tomar esas causas, -mencionadas en el párrafo anterior-. Mas adelante realiza un recuento histórico de las guerras y las formas que adoptan, como las guerras de agresión que practicó Alemania en los dos conflictos mundiales, señalando que nunca sería ese el caso peruano por ser poseedores de “…un gran territorio, ampliamente dotado de riquezas naturales que solo esperan la mano del hombre para proporcionarnos bienestar y progreso…”.
            En último lugar analiza el Potencial de la Defensa Nacional, señala que esta se encuentra ligada al desarrollo económico del país, “del grado de desarrollo económico de este dependen el bienestar individual y colectivo, así como el progreso y eficiencia  económica de la nación”, esta idea se encuentra en función de conquistar o mantener  independencia económica sino también material respecto al uso de los medios bélicos en caso de conflicto, por lo que luego de examinar el plano productivo nacional arrojará como lógica conclusión la necesidad de emprender un camino de industrialización y planificación económica.
            Es muy posible que este cuerpo teórico Marín lo tuviera presente desde antes de la creación del CAEM, ya que en la Comisión de Proyecto de Ley Orgánica del Ejército se puede observar eso claramente, lo que sí se percibe fue una evolución en los criterios  de selección que los militares peruanos hicieron, pues limitaron de su currícula de estudios los componentes netamente militares para acentuar el peso en los cursos de contenido político-social que representó la Defensa Nacional[23].
            Acerca de la relación que toman los conceptos de Desarrollo y Defensa Nacional, esta parece haber sido una idea  a la cual llegó Marín; Trigoso nos ofrece el siguiente testimonio “…en esa época un periodista le pregunto a Marín  ¿qué es la defensa nacional? …para contestar mejor  voy a ser una figura- dijo-…si acá en un pueblo joven pobre[24], hay un hombre pobre, con sus hijos enfermos, su techo de esteras, el piso de tierra  y él sin trabajo, ¿comprenderá qué es la defensa nacional?,  no comprenderá, porque no tiene qué defender, luego  lo primero que hay que dar a la persona es su bienestar  sino se le da  su bienestar no tiene qué defender, no tiene entusiasmo  porque  no tiene nada…esa es la relación entre desarrollo y defensa , por eso que el bienestar debe estar unido al desarrollo...el CAEN tiene 56 años…digamos  que esas ideas se gestan desde hace 60 años…provienen del contacto con nuestra realidad porque él decía “estos pueblos jóvenes”, Marín decía “usted cree que un hombre pobre sin trabajo, sin plata va a defender...él no tiene nada que defender, él espera seguramente un cataclismo, un terremoto, pensando ganarse algo …”[25], pero para Víctor Villanueva, la idea de ligar Desarrollo con Defensa más bien están relacionadas a querer desarrollar  el Potencial Nacional lo que le permitirán  un mejor equipamiento bélico para las Fuerzas Armadas.
            El segundo texto de Marín[26] Conceptos Básicos, que es también una recopilación de sus conferencias, fue dividido en dos partes, la primera trata acerca de cuestiones relacionadas al método de investigación que deben aplicar los altos mandos militares para obtener un conocimiento real de una situación específica. Se dice allí que su campo de estudio es la Realidad Nacional y la del país o países adversarios si así fuera el caso, además también de los países que puedan influir en aquella en forma directa o indirecta, con la finalidad de establecer las decisiones a tomar “en los planos más elevados”.
            La segunda parte del libro se encuentra bajo el título “Síntesis del Proceso de la Política General del Estado en el aspecto de la Defensa Nacional”. Aquí desarrolla los lineamientos de la organización del Estado. Conocemos que desde la perspectiva desarrollada por los militares existía un cuestionamiento acerca de la organización administrativa del Estado peruano y por ende la necesidad de reformarlo, para ello Marín parte primero  por dotar de objetivos nacionales al Estado, objetivos que deben alcanzarse, estos se  definen a partir del estudio de la realidad histórico política de la nación, por lo que advierte:“…no se debe entender por Objetivos Nacionales la expresión de aspiraciones abstractas o de simples anhelos, porque son radicalmente  nulos…”[27] por este motivo la definición de éste  deberá hacerse desde el punto de vista del Bienestar y la Seguridad y estará a cargo de personas especializadas que conozcan profundamente la realidad nacional en sus diversos campos como la geográfica, económica, sociológica, histórica, étnica etc.
            Luego define los Procesos de la Política del Estado, consistentes en  la acción que  debe realizar el Estado para alcanzar sus  fines, que son el bienestar y la seguridad integral. Para lograrlo debe saber disponer de todas los recursos materiales y humanos con que cuenta, saldando los déficit que tenga por medio de una planificación científica.
            Como decíamos el Potencial Nacional está integrado por los factores humanos y económicos, pero a la vez son absolutamente interdependientes de otros dos aspectos el geográfico y el ordenamiento jurídico y de la organización del Estado.
            En esa concepción ideal de una Nación trata aspectos administrativos del Estado para que éste tome una nueva forma, es así que al momento de planificar el Potencial Nacional reconoce la existencia de dos agentes principales, o actores sociales: el  sector público y el privado. Desde la perspectiva de un Proyecto Nacional se le asignan roles específicos a ambos, Marín no cree que el desarrollo pueda lograrse únicamente por la voluntad privada se muestra escéptico, cree que  sería un verdadero milagro que eso sucediera, por lo que le corresponde al sector estatal ser el responsable de velar por los objetivos de bienestar y seguridad, por tal motivo Marín dice: “El Estado es responsable de ambos, tiene pues el deber de planificar dicho desarrollo, y de crear el ambiente y las condiciones materiales favorables para que el sector privado participe  en la ejecución de los correspondientes planes con beneficio propio y del bien común…”[28]
El gran aporte de Marín que trasciende los claustros militares y que está en función del desarrollo del país fue difundir la necesidad de un Proyecto Nacional que lo sintetiza de la siguiente manera: “En suma el Bienestar es el fin último que se persigue, el desarrollo de la potencialidad del país, el medio de alcanzarlo, la planificación el método técnico para realizarlo, no solo ese desarrollo sino el conjunto de la política del Estado”[29].
            De aquí podemos ir desprendiendo algunas ideas, pues esa inmensa labor intelectual y de difusión, fue tomando cuerpo en el gobierno de los generales Pérez Godoy y Nicolás Lindley, cuyas reformas no llegaron a tomar cuerpo pues ese gobierno duro solo un año.
Tendría que esperarse el golpe de estado de 1968 para que varias de las propuestas se plasmaran como políticas de gobierno, como fue el caso de la reforma del Estado durante el  Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (en su primera fase 1968-1975),  esta no tuvo la intención de llegar a asfixiar la iniciativa privada, ni mucho menos seguir un camino que lo lleve a la instauración del “comunismo”, sino tan solo de reorientarla dentro del sistema capitalista en función de una visión de desarrollo nacional, un ejemplo de ello nos da el sociólogo Aníbal Quijano, quien al analizar la política monetaria del Gobierno del general Juan Velasco señaló que ésta se sujetaba a los principios establecidos por los organismos internacionales de crédito: “En cuanto a la política monetaria y crediticia del actual régimen, está enmarcada bastante rígidamente en los límites de la política que preconiza el FMI para estos países: la reducción del gasto público de manera drástica, con el objetivo de reducir el déficit fiscal que se arrastraba desde el gobierno anterior, frenar la inflación y mantener la estabilidad de la moneda.”[30] Por lo que motejar al régimen del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (GRFA) como comunista, tiene más de argumento político que de honestidad científica e intelectual.
            Finalmente, Marín esboza la forma organizativa que debería  tomar el Estado, hace las distinciones entre órgano, organismo y organización del Estado, diferencia los niveles entre  supremos y  superiores. Seguidamente  señala la necesidad de la creación de un órgano de planificación que debe estar conformado por destacados  intelectuales investigadores, técnicos,  juristas de alto nivel a quienes los incluirá en la denominación genérica Grupo de Alto Nivel (GAN), lo que buscaba era formar una capa de tecnócratas que den cuerpo a la administración del Estado, estos nuevos burócratas deberían estar apoyados por los Órganos Técnicos de Información (OTI), integrados por la Dirección de Censos y Estadística, las direcciones de los ministerios, que proveerán de la información que requiera este GAN. De esta manera Marín, va diseñando, perfilando las formas que debería de adoptar el proceso de reforma del Estado.



BIBLIOGRAFIA

CENTRO DE ESTUDIO HISTORICO MILITAR DEL PERÚ. General Don José del Carmen Marín Arista. Lima. s/f.
COMISIÓN PERMANENTE DE HISTORIA DEL EJÉRCITO.  Historia General del Ejército peruano. Lima. Imprenta Ministerio de Guerra. 1981. Tomo III. Vol. 1.
KRUIJT, Dirk. La Revolución por Decreto.  Lima. Mosca Azul. 1989
MARÍN, José del Carmen. La Defensa Nacional -  Procesos Fundamentales.           Conferencias. Centro de Altos Estudios Militares. Lima. 1972 a
MARÍN, José del Carmen. Conceptos Básicos – conferencias.
Centro de Altos Estudios Militares. Lima. Centro de Altos Estudios Militares. 1972 b
QUIJANO OBREGON, Aníbal. Nacionalismo, Neo Imperialismo y Militarismo
en el  Perú. Buenos Aires. Ediciones Periferia SRL. 1971
ROSPIGLIOSI, Fernando. Montesinos y las Fuerzas Armadas. Cómo controló durante una década las instituciones militares. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2000
VILLANUEVA VALENCIA, Víctor. El CAEM y la revolución de la Fuerza  Armada.   Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 1972

ENTREVISTAS
 Mag. Eduardo Toche Medrano. Historiador y analista político de DESCO. Entrevista realizada en noviembre del 2006
General EP. ® Luis Trigoso Reina. Asesor académico del Centro de Altos Estudios Nacionales. Entrevista realizada en noviembre del 2006
General EP. ® Herman Hamman. Director del Centro de Estudio Histórico Militar del Perú.  Entrevista realizada en noviembre del 2006
General EP. ® Francisco Morales Bermúdez Cerruti.  Ex presidente de la República 1975 – 1980. Entrevista realizada en enero del 2010

ARCHIVOS
 - Archivo Central del Ejército (ACE)
 - Archivo Histórico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos “Domingo          Angulo”



[1] “General de división José del Carmen Marín Arista, maestro y humanista” Revista del Centro de Altos Estudios Nacionales. 2001. Nº 22. Pág. 25 - 29
[2] Entrevista a Francisco Morales B.  Enero del 2010. Fue Presidente de la República en la segunda fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (1975 – 1980). Convocó a la Asamblea Constituyente de 1979 y las elecciones presidenciales de 1980.
[3] Entrevista con el general Luis Trigoso Reina. Noviembre 2006. Luis Trigoso Reina se desempeñaba como  asesor académico en el CAEN, tiene mas de 90 años, un caminar pausado, pero posee gran lucidez mental y espíritu jovial.
[4] El Mariscal Andrés Avelino Cáceres (1833 – 1923), fue líder de la resistencia en los Andes contra la ocupación chilena del Perú en la Guerra del Pacífico 1879 – 1883. Es un héroe nacional, aunque su paso por la presidencia de la República (1886 – 1890) no fue tan halagüeña.
[5] Centro de Estudios Histórico Militar del Perú (CEHMP)  s/f. “General Don José Marín Arista” es un breve documento biográfico del departamento de Genealogía del Centro de Estudio Histórico Militar del Perú.
[6] Facultad de Ciencias (Libro de Actas - Exámenes) 1923- 1925 fojas 171 – 172 - 173 - 174 -177 - 182 - 186. En el archivo histórico “Domingo Angulo” de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos  (UNMSM), no encontré el registro de egresado de Marín, si hallé que por esos años varios militares que habían egresado de la Escuela de Oficiales solicitaban su incorporación como alumnos regulares en distintas carreras, entre ellos está el pedido de Subteniente Manuel Odría que también estudió  Matemáticas.
[7] Rospigliosi, Fernando. 2000. Montesinos y las Fuerzas Armadas. Cómo controló durante una década las instituciones militares. Lima. IEP. Pp. 174
[8] Rospigliosi. Ídem
[9] CEHMP. s/f
[10] Trigoso: Op. Cit.  25 - 29
[11] Como señalamos en el capítulo I, varios de los integrantes de las misiones militares francesas que vinieron al Perú habían tenido experiencia de combate en África, por lo que incluir la visita de los oficiales peruanos a ese continente, podría tratarse de estudios contra subversivos. Rospigliosi señala la influencia de las doctrinas difundidas por los franceses como la Guerra Total y la Guerra Revolucionaria en los oficiales peruanos. Ver: Rospigliosi. Ob. Cit.  Pp. 70 y ss. 
[12]   En las dos biografías consultadas del general Marin, la del Departamento de Genealogía del CEHMP y  la Enciclopedia Ilustrada del Perú de Alberto Tauro del Pino, e incluso el propio Luis Trigoso, no dan razón del lugar donde fue enviado a estudiar, pero los tres coinciden que por esos años fue becado al extranjero.
[13] Legajo personal de José del Carmen Marin Arista. Archivo Central del Ejército (ACE). En su legajo se encuentran registrados el diploma de la Escuela Superior de Guerra y el certificado de la Escuela de Ingenieros ambos en París. Bajo el rublo “Otros Estudios en el extranjero” aparecen: Estadas preparatorias en la Escuela Superior de Guerra de París, Curso de Mayores de todas las armas (3 semanas) en Campo de Vadahos y Estadas de un mes en cada uno de los siguientes regimientos: Infantería, Caballería, Artillería en Besacon. No indica la fecha en los cuales realizó estos estudios.
[14] Entrevista a Eduardo Toche. Historiador y analista político de DESCO. Noviembre del  2006.
[15] Entrevista con  el general (r) Herman Hamman. Director del Centro Histórico Militar del Perú.              Noviembre del 2006
[16] Entrevista con el general Luis Trigoso R. Noviembre del 2006  “Las ideas se exponen, no se imponen” es el actual lema del CAEM.
[17] CEHMP: s/f. 24
[18] Por eso la historiografía sobre el tema habla de los “Intelectuales Militares”, al respecto podemos consultar Kruijt, Dirk. 1991. La Revolución por Decreto.  Lima. Mosca Azul. capítulo III.
[19] En el 2007 me informaron en la biblioteca del CAEN que ellos en alianza con la Universidad San Martín iban a editar dos tomos de las Obras Completas de Marín, pero a la fecha no se conoce ninguna publicación al respecto.
[20] Comisión Permanente de Historia del Ejército. 1981. Historia General del Ejército. Lima. Ministerio de Guerra. Tomo III. Vol. 1. pp. 341
[21] Marín, José del Carmen. 1972 a  La Defensa Nacional -  Procesos Fundamentales. Conferencias. Lima. Centro de Altos Estudios Militares.
[22] Villanueva. ídem. Pp.121

[23] Villanueva, Víctor. 1972. El CAEM y la revolución de la Fuerza Armada. Capítulo 2
[24]Pueblo Joven” es un eufemismo para designar lugares de residencia precaria, sin servicios básicos de vivienda (agua potable, servicios eléctricos, servicio de alcantarillado y carecen de titulación). En otros lugares de América Latina se les llama  Barriadas, Villas, Favelas, etc.
[25] Entrevista a Luis Trigoso Reyna. Noviembre 2006
[26] Marín, José del Carmen. 1972 b  Conceptos Básicos – conferencias. Centro de Altos Estudios  Militares. Lima. Centro de Altos Estudios Militares.
[27] Marín. Op. Cit. Pp. 83
[28] Marín. Ibídem. Pp.106
[29] Marín. Ibídem. Pp.132
[30] Quijano, Aníbal. 1971 Nacionalismo, Neo Imperialismo y Militarismo en el  Perú. Buenos Aires. Ediciones Periferia. pp. 65

3 comentarios:

  1. Es la biografía más completa y sustentada que he encontrado en la red. José del Carmen Marín Arista, un hombre ejemplar y sobresaliente.

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  2. Tenía una idea errada del CAEM, que empezó a funcionar con Velazco Alvarado. Cuentan que cuando tomó La Brea y Pariñas preguntaba ¿donde esta el dinero? Y entendio la necesidad de conocer más y creó el CAEM

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  3. Tenía una idea errada del CAEM, que empezó a funcionar con Velazco Alvarado. Cuentan que cuando tomó La Brea y Pariñas preguntaba ¿donde esta el dinero? Y entendio la necesidad de conocer más y creó el CAEM

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