miércoles, 4 de abril de 2012

LA HISTORIA Y EL DERECHO


LA HISTORIA Y EL DERECHO

El Juez y el Historiador en Carlo Ginzburg


Carlos Villanueva Benavides

Licenciado en Historia UNMSM

Maestría en Defensa Nacional -Argentina
cvillanuevabenavides@gmail.com

La primera impresión que me dejó el texto es que pudo ser mejor, pues gran parte del argumento se pierde en cuestiones más de relato de eventualidades que sucedieron o pudieron ocurrir alrededor del juicio a Sofri, pero en medio de esta argumentación, entremezclado con el relatos de los hechos, este reconocido historiador pone sobre el tapete un  tema que debemos tener muy en cuenta en nuestro quehacer historiográfico, y más vale ser consciente de esto, pues en el fondo se refiere a  problemas de la Teoría de la Historia.
Ginzburg llega a este tema movido por un hecho personal, la acusación y posterior sentencia que recibe un amigo suyo involucrado en un asesinato, que desde mi punto de vista no fue un hecho delictivo común, sino un delito político, como fue el ajusticiamiento de un jefe policial dictado por la Lotta, una agrupación anarquista italiana de los años 60 y principios de los 70, como vendetta por el asesinato de un activista político de izquierda.
El aporte más importante del historiador italiano, ocurre cuando se refiere a la relación entre la Historia y el Derecho, aquí Carlo Ginzburg entra en el terreno de la Teoría de la Historia, haciendo un breve esbozo del camino  seguido entre estas disciplinas sus orígenes y coincidencias,  dice “las relaciones entre historia y el derecho siempre han sido muy estrechas...si bien la palabra historia procede del lenguaje medico, la capacidad argumentativa que implica viene sin embargo del ámbito jurídico...Según la tradición clásica, [a] la exposición histórica...se le exigía, en primer lugar, una cualidad que los griegos llamaban enargheia y los latinos evidentia  in narratione...al igual que a un abogado, el historiador tenía que convencer  por medio de una argumentación eficaz...y no por medio de una argumentación de pruebas  o de la valoración de pruebas  producidas por otros, pero hasta la segunda mitad del siglo XVIII historia y anticuaría constituyeron ámbitos intelectuales completamente independientes estas últimas actividades propias de los anticuarios y de los eruditos...”
De esta forma el autor va delineando lo que serán los elementos comunes en estas profesiones los “indicios, pruebas, testimonios” de tal manera que en la reconstrucción del pasado estos elementos se fueron involucrando de manera sustancial. “Entre finales del siglo XIX y principios del XX la historiografía y en especial la historiografía política: de manera muy especial la historiografía sobre la revolución francesa , asumió una fisonomía visiblemente judicial...El modelo judicial tuvo dos efectos interdependientes entre los historiadores, por una parte les indujo a centrarse en los hechos  (políticos, militares  y diplomáticos)  que en cuanto tales podían ser atribuidos a, sin demasiadas dificultades , las acciones de unos o más individuos, por otra a descuidar  todos los fenómenos  (historia de los grupos sociales, historia de las mentalidades y así sucesivamente) que no encajaban en esta pauta explicativa ...ante el dilema juzgar o comprender Bloch optaba sin dudar por la segunda alternativa…George Lefebvre (1932) ha llegado a ser un clásico de la historiografía contemporánea....la Gran de Peur nunca habría sido escrito sin el precedente de los Reyes Taumaturgos (1924) de Bloch...Ambos libros giran en torno a acontecimientos inexistentes el poder de curar a  los escrofulosos atribuido a los reyes de Francia y de Inglaterra y las agresiones de grupos de bandidos al servicio del complot aristocrático. Lo que ha hecho  históricamente relevante estos acontecimientos fantasmales es su eficacia simbólica, esto es, la imagen que de estos se hacia una mirada de individuos anónimos. Es difícil imaginar algo, más lejano de la historiografía  moralista  inspirada a partir de un modelo judicial.”
De esta forma los hechos y las pruebas en el relato histórico irán perdiendo peso y si acaso importancia, se produjo en la historiografía un proceso que podríamos llamar de subjetivización de la historia, si bien la reconstrucción histórica es una actividad subjetiva en el sentido que el sujeto reconstruye lo acontecido a partir de determinados hechos materiales acontecidos, del cual es posible encontrar huellas o en su defecto podemos hallarlas reflejadas en terceros acontecimientos de distinto tipo, esta subjetivización se produce  ya  no en el plano del Conocer, o sea en el plano gnoseológico, sino en el plano del Ser, o sea en lo ontológico. El camino que fue tomando la historiografía estuvo ligado al proceso político que nació en  occidente, estamos hablando del nacimiento de lo que se conoció como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la primera República de Obreros y Campesinos, fue así que con el amanecer del siglo  XX surgió en forma abierta la lucha entre dos posiciones ideológicas y políticas abiertas y mutuamente excluyentes, una de estas disputas se produjo entre las diferentes formas de comprender la política y la historia, en otras palabras entre los que luchan por reflejar en la historia un proceso de cambio y transformación (posición revolucionaria) y quienes buscan mantener las formas existentes (posición conservadora), ya sean estas políticas, culturales, económicas etc. Desde este punto de vista se desprende la existencia de por lo menos dos grandes campos o grupos en los cuales las disciplinas sociales se catalogan, la burguesa o conservadora y la revolucionaria o marxista, claro está que resulta en extremo simplista esta dicotomía, pues a ciencia cierta, en cada una de estas denominaciones existe una gran variedad de matices, sin mencionar que se reconocen etapas intermedias entre estos dos grandes grupos.
  Así tenemos que en la llamada historiografía burguesa, se acentuará  un proceso en el cual se desarrollaran argumentaciones tendientes a trastocar la realidad material, de tal manera que ésta se vaya deformando, para crear una conciencia histórica falsa, y por lo tanto cada vez más alejada de la realidad, cuyo resultado será una  expresión política también trastocada y deformada (aquí se está tomando la definición de ideología como falsa conciencia de Marx). Por eso resulta por lo menos llamativo que para Ginzgurg el problema de fondo sea la “fortuna” que ha encontrado determinado concepto. La critica al concepto de “representación” es del todo valida y merece que el autor la exponga de manera directa para nuestra mayor comprensión  “Para muchos historiadores la noción de prueba esta pasada de moda: así como la verdad esta ligada por un vínculo histórico...las razones de esta devaluación son muchas, y no todas de orden  intelectual. Una de ellas es...la exagerada fortuna que ha alcanzado en ambos lados del Atlántico la palabra ¨representación¨...la fuente histórica tiende a ser examinada exclusivamente en tanto fuente de si misma  (según el modo en  que ha sido construida) y no de aquello de lo que se habla. Por decirlo en otras palabras, se analizan las fuentes (escritas en imágenes etc.) en tanto que testimonios de  “representaciones” sociales pero al mismo tiempo se rechaza, como una imperdonable ingenuidad positivista, la posibilidad de analizar las relaciones existentes entre estos testimonios y la realidad por ellos designada o representada…Pues bien, estas relaciones nunca son obvias definirlas en términos de representación  sí que sería ingenuo...”, de esta manera el historiador  italiano redondea la idea esbozada acerca de la cada vez mayor separación entre la fuente histórica o las formas de expresión de aquella y el objeto en si mismo como parte de una realidad social del cual es reflejo.
Finalmente Ginzbugr trata el tema de los contextos como otro de los puntos coincidentes entre ambas profesiones, pero ¿cómo entender el problema del contexto en la interpretación histórica?  Si bien caben varias interpretaciones desde las que ponen por encima de todo al libre albedrío de los hombres, como seres cuya voluntad solo puede ser gobernada por sí mismos y cuyo deseo proviene de la grandeza de su pensamiento,  hasta aquellas que podrían considerar al individuo como preso de su sociedad e imaginarla como seres moldeados por algún designio mágico sin capacidad de transformar o influenciar en su entorno social, en realidad ambas posturas son extremas y a mi juicio alejadas de la realidad.
Creo que la mejor manera de resolver la interpretación de los contextos es desde la el punto de vista de la teoría del conocimiento, aplicando el método conocido como lo lógico y lo histórico, de la vieja escuela marxista, así tenemos que desde esta perspectiva el contexto histórico lo debemos entender en dos dimensiones, por un lado el proceso de los acontecimientos acaecidos, lo material o sea que  toda persona nace en un medio social en donde ya existen determinadas relaciones sociales, económicas, culturales, de nación, de clase social, etc., y por otro lado, hallar en esos acontecimientos la conexión interna que refleje las leyes del desarrollo social en el pensamiento del investigador.
Así tenemos que todas las acciones de los hombres estarán históricamente condicionadas, dentro de ello los hombres buscan tomar determinadas decisiones que si bien pueden responder en mayor o menor medida a sus propios deseos, estos necesariamente estarán enmarcados dentro de un contexto histórico determinado, y en el conjunto de este proceso se expresan relaciones de causalidad y necesidad y de necesidad y libertad, como formas de alcanzar la libertad del hombre, entendida ésta como una acción plenamente conciente en su quehacer histórico.
Federico Engels en Carlos Marx. Contribución a la Crítica de la Economía Política, explica de la siguiente forma esta relación. “La historia se desarrolla con frecuencia a saltos y en zigzags, y habría que seguirla así en toda su trayectoria, con lo cual no sólo se recogerían muchos materiales de escaza importancia, sino que habría que romper muchas veces la ilación lógica. Además la historia de la Economía Política no podría escribirse sin la de la Sociedad Burguesa, con lo cual la tarea se haría interminable…Por tanto el único método indicado era el lógico. Pero este no es en realidad, más que el método histórico, despojado únicamente de su forma histórica y de las contingencias perturbadoras. Allí donde comienza esta historia debe comenzar también el proceso discursivo y el desarrollo ulterior de este no será más que la imagen refleja en forma abstracta y teóricamente consecuente, de la trayectoria histórica; una imagen refleja corregida, pero con  arreglo a las leyes que brinda la propia trayectoria histórica…” Por su parte Mauricio Lebedinsky  en su obra Notas sobre la Metodología del Estudio y la Investigación, señala al respecto: “…lo histórico es lo primero y lo lógico es lo derivado. Lo Histórico y sus leyes se abren paso a través de causalidades, de caminos secundarios, de avances y retrocesos, de zigzags. Lo lógico es un reflejo en el pensamiento, especial, corregido. La historia es objetiva y subjetiva, es decir que no es solo historia material, sino también el pensamiento, de la conciencia social, del conocimiento .Es cierto que lo ideal es el reflejo de lo material, pero tiene una estructura compleja…”
Considero que ensayar una explicación de esta manera no es encasillar a nadie, solo busca ir al fondo de las ideas que mueven al historiador italiano, por lo que debemos tratar  de expresarlo de la manera más fiel posible. En este punto Ginzburg se muestra bastante conservador, no quiere dejar sentada su opinión, reconociendo que son dos planos de análisis distintos, el acontecimental  en donde se mueve el derecho y el plano estructural, que es como entiende la ciencia histórica. “...los hechos que examinan los jueces y los historiadores son en parte diferentes, sobre todo porque  diferente es, en unos y en otros, la aptitud hacia el contexto  o mejor hacia los contextos. A los jueces los contextos se les presentan....principalmente en forma de circunstancias de elementos o circunstancias atenuantes, de orden biológico o histórico. Basándose en ellos un individuo puede ser considerado parcial o totalmente perturbado, momentánea o constitucionalmente incapaz de comprender, y así sucesivamente, o una serie de delitos pueden ser condonadas por haber sido cometidos en una situación excepcional  (guerra civil, luchas sociales prolongadas...) ...en el campo científico ...de un siglo a esta parte la relación entre acciones humanas y contextos (biológicos, culturales, económicos) constituyen para la historiografía más viva un problema abierto y no un postulado definido de una vez por todas en un  sentido u otro.”
Finalmente Ginzburg nos señala que “El camino del juez y del historiador, coinciden durante un tramo, luego divergen inevitablemente. El que intente reducir el historiador a juez simplifica y empobrece el conocimiento historiográfico, pero el que intenta reducir al juez a historiador contamina irremediablemente el ejercicio de la justicia...”, importante juicio que debemos no solo tenerlo en cuenta sino aplicarlo en nuestro quehacer historiográfico.

1 comentario:

  1. Pragmatic Play debuts the'slot machine' slot machines for
    Pragmatic Play is 천안 출장안마 back with a new 하남 출장안마 slot machine, Pragmatic 안동 출장샵 Play. The slot machines, which have all sorts 충주 출장샵 of winning potential, are being 여수 출장샵

    ResponderEliminar