LA GESTA DEL MARRANO – Para Historia del Perú
Colonial
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INTRODUCCION
El presente trabajo intenta
mostrar que sí es posible abordar desde dos disciplinas distintas los hechos y
procesos históricos acaecidos, sin que ambas lleguen a perder sus propias
particularidades.
De esta forma el arte, la
literatura entendida desde una posición que algunos llaman “utilitarista”, o
sea que no es entendida como un fin es sí misma, si puede reflejar un devenir
histórico concreto, no perdiendo su razón de ser, pues el arte, la literatura
no tiene por qué estar reñida con un conocimiento real en este caso del pasado.
Por ello al desarrollar el
acápite literatura e historia hemos criticado los parámetros que utiliza
Kapsoli para diferenciar las divisiones entre ambas disciplinas. De igual modo
creemos que en el conjunto de la obra de Aguinis, esta tiene una clara visión
de parte lo que es muy bueno, porque va a contrapelo de aquellos que piensan
que el conocimiento es una entelequia
neutral, o peor aún de aquellos que afirman que “La historia es relato
de acontecimientos: … dado que no es más que un relato no nos hace revivir
nada, como tampoco lo hace la novela. El relato surge de la pluma de
historiador no es lo que vieron sus protagonistas; es solo una narración…”
entonces para estas posiciones postmodernas expresadas por Veyne, la historia y
la literatura seria una especie de libre juego, de libre albedrío del autor…
pero esto no es cierto, la propia novela lo desmiente.
Finalmente en la bibliografía
consignó algunos textos utilizados explícitamente y otros que si bien no están
citadas fueron consultados y sus ideas me ayudaron a realizar el trabajo.
SINTESIS DE LA OBRA
La historia narrada por Marcos
Aguinis está ambientada en la América colonial, entre los últimos años del
siglo XVI y los primeros del siglo XVII.
Es claramente una novela
apologética, al novelar las luchas a travesadas por el pueblo judío, que pese a
las persecuciones del que fueron objeto no abandonaron su fe, su creencia, y en
ese proceso el ideal de mantener una creencia un pensamiento, lleva a los
hombres a elevarse, dignificarse y marcar el camino para los otros.
Esto se nota de manera diáfana
entre Francisco Maldonado y su hijo (del mismo nombre); pues el padre luego de
haberle hecho conocer su fe, y educarlo no solo con la palabra sino con el
ejemplo; le hizo conocer las lecciones que sacó, luego que abjuró de su fe ante
la Santa Inquisición; pues ya no pudo ser más un judío digno y por más
arrepentimiento que mostró ante la iglesia católica, tampoco sería admitido
como un feligrés más, pues llevaba la estigma de ser un “marrano”, por lo que
su condición como hombre fue aplastada, reducida a un ser sin alma.
El Dr. Francisco Maldonado es
descrito con los típicos rasgos de un judío, alto, delgado de nariz alargada y
“huesuda”, con grandes ojos; es un personaje culto, leído dedicado al servicio
de los demás a través de su práctica médica; casado con una dama llamada
Aldonza, una “cristiana vieja” y el un “cristiano nuevo”, ambos de modesta
condición económica, forman una familia con cuatro hijos.
La desgracia llegará a esta
familia con la detención del Doctor Francisco, notándose claramente el proceso
de confiscación de bienes que realiza la iglesia a través del Santo Oficio, le
despojan de los bienes muebles, luego la casa, los hijos, todo es mercancía,
pues hasta las hijas son llevadas al monasterio a condición que la dote que se
de por ellas al casarse sea donada al monasterio; incluso los dos esclavos que
tenía la familia fueron a servir en los huertos de los dominicos.
El doctor Francisco depositando
en las mazmorras de la Inquisición trata
de no delatar a otros judíos como él, soportando los movimientos del cuerpo,
pero se quiebra cuando ve que su hijo mayor también está detenido, es allí que
abjura, se arrepiente buscando librar de culpa a su hijo, lo que finalmente
nada o muy poco valdría, pues la suerte de su hijo no se definió por la
confesión de su padre, sino porque era un joven que muy poco conocía aún de la
fe que por raza le debería pertenecer y si a esto le sumamos su
“arrepentimiento sincero” ante los inquisidores, daría como resultado que lo
dejen libre, pero sentenciado al destierro.
Es allí cuando la historia
comienza a girar en torno al menor de los Maldonado, Francisco, quien luego de
un periodo de adiestramiento en le fe católica, y siempre muy dispuesto a
aprender, decide ir a Lima a estudiar medicina. Allí se reencuentra con su
padre, a quien lo encontró irreconocible por los años de tortura, así como por
el enorme peso que llevaba en su conciencia por haber traicionado su fe.
Así el menor de la familia se
convierte en el heredero no solo de la profesión y fe de su padre sino
principalmente de las lecciones que éste saco frente a la inquisición, lo que
le valdrá cuando años después sea también detenido bajo cargos de judaizar,
denunciado por sus propias hermanas,
mostrando así que más fuerte que los lazos de sangre son en lazos que teje la
ideología dominante, pues las hermanas valoraron más el temor a la iglesia y a
Dios antes de pensar que su hermano menor morirá por su delación.
La detención de Francisco
duraría 13 años, que los convertiría en años de lucha en defensa de su fe,
refutando los argumentos de los teólogos (consultores), es sobresaliente cuando
les dice que a la iglesia católica lo mismo le da adorar una horca que una cruz
porque ambos son instrumentos para torturar y matar al hombre.
Finalmente Francisco fiel a su
convicciones morirá en la hoguera condenado por la Santa Inquisición, mostrando
que la vida del hombre se dignifica, se engrandece cuando nuestra existencia
está dedicada a un ideal; allí nos realizamos verdaderamente como seres
humanos, y no en el simple hecho de vivir, reproducirnos como especie, ni el de
reproducir el orden existente, porque aquello atolondra nuestro espíritu.
Pero por otro lado nos muestra
que el proceso de la formación de nuestras ideas, lo que hoy nos parece común y
hasta natural, para que llegue a ser lo que hoy conocemos a travesó un proceso
de violencia, coerción, imposición; pues la historia de la humanidad tiene como
telón de fondo una guerra ya sea esta incruenta o cruenta entre quienes luchan
para asentar su dominio y entre quienes se oponen, y es ese incesante movimiento
que le da a la historia su propio ritmo, movimiento, saltos y a veces hasta
retrocesos siendo esto último siempre parcial, pues no hay un retroceso
absoluto por que la historia se desarrolla por saltos y en espiritual.
TAKI ONKOY
En la novela se presenta el Taki
Onkoy como un suceso relacionado a la protesta indígena frente a la explotación
y creciente desintegración de las formas de vida conocida por los indígenas.
Aguinis lo presenta así: “Su
primera manifestación se produjo en la región de Ayacucho, cerca de las
criminales minas de Huancavelica. Sus predicadores irrumpieron en los obispados
de cuzco y de Lima …” tomando esta protesta indígena formas de lucha
antirreligiosas pues por un lado percibían los indios a la religión católica
como un fuerte tamiz tendido por la corona sobre su mundo y sus formas de
pensar; buscando tener como un punto de unidad y cohesión el retorno a las
huacas.
Stern señala el ámbito
geográfico en donde se produjo este acontecimiento “… había conseguido miles de
seguidores activos en las regiones de lucanas, Soras. Chocorvos y Río Pampas,
de Huamanga… parecía haberse difundido por el norte hacia Jauja y Lima y por el
esta hacia Cuzco y Charcas”, además indica que la “conquista española ponía en
tela de juicio que los dioses andinos siguieran conservando su poder, al mismo
tiempo que demostraba el peligro de ofender a las deidades cristianas…”
En la novela se muestra este
proceso de sublevación indígena pero que toma formas de luchas religiosas y
hasta culturales, en un pasaje de la novela se dice “Un predicador potente fue
Juan Chocne. Prometió en nombre de las huacas “que les iría bien, tendrían
salud mis hijos y sus sementeras. Pero quienes permanecieran dudosos y
sometidos se morirán y andarán sus cabezas por el suelo y los pies arriba…”
De esta forma la novela nos
presenta de una forma acertada el conflicto, no yendo al plano de la
reivindicación cultural-religiosa sino que más bien esta era la forma en que se
presentó este movimiento.
EL ESTADO
El estado y sus organismo
comenzó a organizarse más propiamente a partir de las reformas toledanas y
antes desde la aplicación de las leyes nuevas, claro que al hablar de estado
nos referimos a una separación de lo que serían los dominios públicos de los
privados, pero el estado no fue ayer como no lo es hoy, pues entre los
componentes estatales por diversos motivos a veces tienen “choques” entre
ellos. Así por ejemplo la novela muestra claramente estas pugnas y
contradicciones entre las órdenes religiosas mismas y entre estas y la corona.
“Un nuevo adversario del Santo
Oficio se yergue cauteloso… Es más peligroso por que une a su vigor una
devastadora habilidad política. Nació para defender la religión verdadera del
asalto protestante, pero maniobra para quedarse con todo el poder de la
iglesia: La compañía de Jesús. Desarrolla una ambivalencia sutil: agresividad y
piedad…”
“Pretenden socavar la autoridad
del Santo Oficio ...Quitan importancia a la vigilancia de los cristianos
nuevos, opinan que las prácticas judaizantes no conmoverán a la Iglesia e
insisten en la prioridad de la evangelización indígena. El Santo Oficio no se
ocupa de evangelizar, sino de impedir que se inoculen venenos a la fe. Pero en
las indias los indirectamente entonces, descalifican al incomparable antídoto:
la Inquisición”.
En otro pasaje de la novela el
autor nos muestra ese choque de intereses entre el Santo Oficio y la corona,
cuando esta realiza importantes detenciones de sospechosos de judaizar, en su
gran mayoría comerciantes importantes, al punto de entrabar el normal comercio
entre la América y España, “El conde de Chinchón virrey del Perú, escribió al
soberano por correo aparte el 13 de mayo de 1636. Informaba que brindó
asistencia al Santo Oficio para arrestar muchos portugueses, recomendaba que el
Consejo de Indias y la Suprema agradecieran el celo del Tribunal limeño, y
pedía mayor vigilancia en el pasaje de portugueses a América. Pero enfatizaba
que los inquisidores debían restituir al fisco real una alta suma por la voraz
apropiación de bienes que estaban
efectuando. Era este el nudo del conflicto y el monarca echaría en saco roto
semejante veta.”
LA EDUCACIÓN
Esta no estaba al alcance de la
población tan solo de una minoría, y era regentada por la iglesia, pues ni la
propia Biblia era permitida leer a los peligrosos; el dominio ideológico era
tanto más efectivo en cuanto se hundía en mayor ignorancia a la población, la
novela refleja varios pasajes al respecto:
“…
Diego el hermano mayor, dijo que le gustaría aprender latín. El fraile se
sorprendió:
- ¿Latín?
- Para
entender la misa –contestó el muchacho en tono de disculpas.
- No
necesitas entenderla –explicó el sacerdote-: basta** con asistir, escuchar,
emocionarse, comulgar y creer.
- ¡Yo
también quiero aprender eso! –exclamó el pequeño Francisco.
- Eso
se llama Latín
- Si,
latín
- No
tienes edad suficiente –sentencio Fray Isidoro
- ¿Por
qué?
El sacerdote se acercó al niño y
le apretó los hombros cariñosamente todo se puede saber-dijo…”
LA ESCLAVITUD
Si bien la novela no tiene como
tema central este problema, si es tocado de manera tangencial a través de una
pareja de esclavos que pertenecían a la familia Maldonado, quienes a pesar de
su modesta condición económica los compran para cumplir de esta forma con los
modos en que debía vivir una familia promedio de la época, y es esta misma
condición que lleva a que haya un vínculo afectivo entre los esclavos y la
familia, en un momento de la novela Aguinis relata el fundamento ideológico de
la esclavitud:
“…Los negros me dan lástima porque
son tratados como bestezuelas. Pero son negros… Por algo ese color. Aunque me
resista, debo reconocer que están emparentados con las tinieblas. Descienden
del bíblico Cám. y fueron condenados a la esclavitud porque su padre cometió un
pecado imperdonable… Después del Diluvio Noé plantó una viña, bebió de su vino
y se embriagó. Quedó dormido y desnudo en su tienda. Uno de sus tres hijos, el
oscuro Cam, descubrió la desnudez de su padre y corrió a denunciarla a sus
hermanos Sem y Jafet quienes respetuosamente actuaron de otra forma: recogieron
un manto y caminaron hacia atrás para no ver a su padre… Noé despertó de su
borrachera y se enteró que su hijo menor había visto su impudicia… ardió de
cólera: “Maldito seas, Cam! –grito- ¡Sean tus hijos la siervos de Sem y de Jafet”
pobres negros…”
LITERATURA E HISTORIA
Cuando leemos una novela que
nos muestra con la belleza de sus palabras una historia es algo que nos agrada,
llena nuestro espíritu, pues nos permite apreciar las enormes capacidades
creativas del autor, pero particularmente apreció más las noveleas que recrean
o “reviven” hechos y personajes históricos.
Los historiadores -y en menor
medida quienes nos formamos para ello- tenemos acceso al análisis de los hechos
y personajes a través de diversos tipos de fuentes y buscamos reconstruir con
un grado de veracidad lo acaecido, pero que sucede cuando el novelista recrea
un hecho o proceso histórico y además de su consabido espíritu artístico le
agrega un grado de documentación a través legajos o sea a partir del análisis
de fuentes primarias… qué relación tiene con la historia, acaso, ¿una novela
histórica puede equivaler a un libro de de historia?
En primer lugar siendo el hombre un
ser social que vive y se desarrolla en sociedad, sus pensamientos y creaciones
llevarán necesariamente impregnada en su obra una posición o visión ideológica
de esta. Por ello Kapsoli señala que las novelas, cuentos o poemas son
“portadores no solo de la creatividad o ingenio del autor sino también muestran
el espíritu general de la época”. (Kapsoli.1986: 9).
En este sentido tanto las
creaciones de los literatos, historiadores y en general de toda aquella persona
que se dedique a una producción intelectual reflejará, en mayor o menor medida,
la realidad objetiva, por lo que su obra será parte de la conciencia social ya
sea esta de perpetuación, conservación o cambio y transformación.
De esta forma la relación del arte
con la vida social se resolverá a partir de dos posiciones “unos decían y
dicen: ‘No es el hombre para la cosa, sino la cosa para el hombre’, no es la
sociedad quien sirve al arte, sino el artista quien sirve a la sociedad; el
arte debe contribuir al desarrollo de conciencia humana, al mejoramiento del
orden social. Otros niegan terminantemente esta concepción. Según su criterio
el arte en si mismo es un fin, y el convertirlo en un medio para alcanzar otras
finalidades accesorias, aunque más nobles, significa despreciar la dignidad de
la obra artística. “(Plejanov.1945:19), las posiciones serán las siguientes: la
posición utilitarista y la llamada del “arte por el arte”.
Manejando estos conceptos la Gesta
del Marrano tiene una clara posición “utilitarista”, pues busca dar testimonio
de las luchas que emprendió un grupo social unido en este caso por una
religión, insufla ánimo y denuncia los atropellos y barbaries a los que fueron
sometidos los judíos.
Pero ahora ¿qué tiene que ver esto
con la historia?, considero que tanto en la novela como en la historia
(ciencia), tienen necesariamente una posición ante la vida y esta será un punto
en común que compartirán.
¿En que momento la obra literaria
se diferenciará de la obra de un historiador? Para Kapsoli esta residirá en
deslindar los aspectos imaginativos y de ficción que contiene la novela de
aquellos objetos y científicos: En el capítulo “Historia y Ficción” de su texto
ya citado, al comentar acerca de la novela de Manuel Scorza “Redoble por
Rancas” que narra un levantamiento campesino estudiado por Kapsoli en “los
Movimientos Campesino en Cerro de Parco” el historiador dirá: “Varios motivos
efectivamente reales –nos parece- han sido llevados a la obra con gran vuelo de
imaginación y de creatividad. Esta práctica es permisible en la actividad
literaria, en la fantasía y el arte que recurre al lenguaje como un artificio
poético y fabulador… En cuanto a la hacienda a las relaciones sociales de
producción … nos remitimos al capítulo I de nuestra tesis … donde el lector
encontrará de manera más objetiva las particularidades de ese referente
histórico…” (Kapsoli, ídem: 100)
Seguidamente el historiador
comenzará su análisis “científico” con una descripción de la geografía de la
comunidad, narrará la historia de Rancas, los juicios que tuvo con otras
comunidades por demarcación de tierras, la estructura de propiedad de la
comunidad, todo ello citando sus fuentes y apoyándose en cuadros estadísticos.
¿Pero qué ocurrirá si el novelista
también se documenta con fuentes de primera mano cual historiador?… veamos como
un autor preparado como Aguinis, salta esta valla.
En el último capítulo, cuando
relata el épico esfuerzo que hace Francisco Maldonado al ir a visitar las
celdas donde se encontraban otros judíos y les da ánimo que resistan los fieros
“tormentos” a que serán sometidos, en más de una oportunidad se hace referencia
a que buscaban encontrarse con el “Capitán grande” Manuel Bautista, pero el
autor no creó ningún encuentro ni diálogo entre ellos, puesto que “No existe
documentación que atestigüé el encuentro de Francisco Maldonado da Silva con el
capitán grande Manuel Bautista Pérez” (Aguinis.
1991:504). Incluso cuando narra el momento en que los judíos marchan en filas
con sus trajes y armada la parafernalia de autos de Fe, el novelista nos los
presentará así: “Una hemorragia en el oriente anuncia el bostezo del amanecer.
Francisco toma conciencia de que sale de su último encierro… ha imaginado
muchas veces este instante; le resulta familiar y tenebroso. A pocos pasos
reconoce al viejo médico Tomé cuaresma, encorvado por el sambenito … Francisco
devuelve la Cruz que le han puesto en la mano.
-
Debe llevar- le ordenan
Niegas
con la cabeza
El oficinal le abre los dedos y
exige que obedezca. Francisco le cruza la mirada como un sable
-
No
-
¡Irá rebelde! –se alarma el dominio- ¡ No empeore su situación, por su bien!
Francisco
se niega a sostener la cruz verde.
-La
dejo caer –anuncia
El fraile le recoge en sus manos y
la besa”
Y es aquí cuando Aguiniz cita un
informe oficial que debe ser de la santa inquisición que dice: “… y en las
manos cruces verdes, menos el licenciado Silva, que no la quiso llevar por ir
rebelde: todos los demás llevaban velas verdes.” (Aguinis. Ídem: 524).
Si siguiéramos a pie juntillas lo
dicho por Kapsoli, en este caso se “borrarían” las fronteras entre la
literatura y la historia puesto que por un lado, Aguinis cuida no “revivir”
hechos que no sucedieron o al menos no se tiene algún medio probatorio con que
sustentarlo, en este caso el factor “imaginación”, fantasía “sería algo que el
novelista se cuidaría en caer; así mismo la “objetividad” planteada por Kapsoli
estaría satisfecha al remitirse a informes oficiales acerca del acontecimiento
narrado.
Consideró que estos “requisitos”
que Kapsoli señala como diferenciadores entre la novela y historia como ciencia
pueden ser válidos desde la perspectiva de la historia acontecimental, pues
esta escuela privilegia el que hacer histórico a partir de una reconstrucción
fidedigna de lo histórico, y aquel trabajo que cumpla con esto merecerá ser
llamada una obra de historia.
La forma en que plantea Kapsoli el
problema de diferenciar la historia y la literatura parte desde una posición
pseudo científica, pseudo marxista, pues es en el plano acontencimental en
donde el autor de una novela puede tomarse en mayor o menor medida, o
simplemente no darse esa licencia al narrar hechos históricos, generalmente si
lo hace puesto que la novela nos quiere mostrar la vivencia, sentimientos,
pasiones de los hombres y en ese enhebrar de su relato lo va engarzando dentro
de procesos, tendencias, leyes sociales., por eso Manuel Scorza les decía a un
grupo de amigos que él junto con Kapsoli “por distintas vías habíamos llegado
al mismo objetivo: anunciar al mundo la
lucha permanente y tenaz de los indígenas del Perú” (Kapsoli, ídem:93).
Entonces esa “objetividad”
demandada por Kapsoli no debe ser entendida como la objetividad del dato, de la
prueba a partir de legajos y archivos, sino que la objetividad en el análisis
histórico no sólo estará dada por aquella, sino de la abstracción que haga el
historiador o sea la aplicación de lo lógico derivado de lo histórico, está sí
deberá acercarse a recoger lo esencial del proceso, las leyes de su desarrollo
y como esta se va expresando en cada momento.
Finalmente puedo decir que para que
una novela y una novela histórica en particular pueda acercarse a una
reconstrucción histórica de un acontecimiento o proceso, deberá guiarse por las
leyes generales del proceso histórico y esto el autor lo puede hacer en forma
conciente en mayor o menor grado. Por lo que sus personajes a través de sus
diálogos y acciones reflejarán ello.
Dicho de otra manera, la creación
literaria en lo que se refiere a la novela histórica, deberá estar dentro de
los márgenes que la historia como ciencia le administre como un material
primario al novelista; o sea la literatura construirá su arte sobre las bases
dadas por los estudios históricos; pero no podremos reconstruir la historia a
partir de una novela, pues lo que extraigamos de ello quedarían solo a nivel de
hipótesis o conjeturas.
BIBLIOGRAFIA
- AGUINIS, Marcos
1999 La Gestas del Marrano
Editorial Planeta – Argentina.
- CASTRO ARENAS, Mario
S/f La novela peruana y la evolución social
José Hodard editor - Lima.
- KAPSOLI, Wilfredo
1986 Literatura e historia del Perú.
Editorial Lumen. Lima.
- KOFLER, Leo
1968 Las Ciencia de la sociedad. Esbozo de una
teoría de la sociología dialéctica.
Ediciones Revista de Occidente.
Serie Minor – Madrid.
- MARIATEGUI, José Carlos
1986 Siete ensayos de interpretación de la realidad
Peruana.
Editorial Amauta – Lima.
- PLEJANOV, Jorge
1945 El arte y la vida social
Editorial Calomino. Argentina
- VEYNE, Paúl
1984. Cómo se escribe la historia. Foucoult
revolucionó la historia.
Alianza Editorial – Madrid.
En primer lugar, hay una equivocación en cuanto a los personajes del libro. Usted menciona que Francisco Maldonado esta casado con Aldonza Maldonado, lo que es incorrecto ya que él es hijo de ella. El esposo de Aldonza es Diego Nuñez da Silva, padre de Francisco, Diego, Isabel y Felipa. Por otra parte, usted comete un comentario sujeto a prejuicios contra los judíos, afirmando que en el libro los judíos son descritos con "sus rasgos típicos", es decir, altos, delgados, con nariz larga y huesuda; lo cual no es más que un estereotipo que al parecer se ha adentrado en nuestra sociedad, ha tapado los ojos de la gente y la ha idiotizado.
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